Javier durante su estancia en Islas Caimán, donde estuvo un año y medio.

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Desde que finalizó los estudios en Dirección Hotelera Internacional, en la Escola d’Hoteleria de la UIB,    Javier Pol López (Andratx 1991) no ha parado de trabajar y viajar por el mundo. Desde hace dos meses se encuentra en el hotel Melià Koh Samui (Tailandia), donde es uno de los directivos del establecimiento, como responsable de bebidas y comidas. «Cuando terminé el bachillerato tenía claro que quería trabajar en algo que me hiciera viajar a otros países y conocer otras culturas. En principio pensé en hacerme piloto de avión, pero el mundo de los hoteles me era bastante familiar por parte de mi padre, que trabajó como jefe de administración en la cadena Melià, así que fui a la Escola d’Hoteleria y mis primeras prácticas fueron precisamente aquí, en Koh Samui».

Pese a su juventud, tiene ya una dilatada carrera profesional. «Siempre he querido crecer profesionalmente y no he dudado en tener preparada la maleta para poner rumbo a cualquier destino». Asia siempre le había llamado la atención y al estar en Tailandia le gustó el estilo de vida, «la gente y el clima, la comida thai, y un poco todo en general, además de poder moverme a otros países de la zona».

Ya de manera profesional y remunerada, su primer destino fue en un lujoso hotel en la ciudad de    Xi’an, en China. «En el ultimo año de carrera vinieron muchas empresas a la Escola buscando gente recién salida de la universidad para enviarla a China    y empezar carrera allí, y pensé ¿por qué no?».    Durante cinco años Javier Pol estuvo en China, entre 2013 y 2018, ascendiendo en los diferentes departamentos, donde aprendió a hablar perfectamente el mandarín.  «Para trabajar en temas de hoteles el primer requisito es hablar inglés, pero además siempre me ha gustado aprender, y bueno, incluso aquí ya manejo algo de tailandés».   

China le sorprendió gratamente, allí hizo grandes amigos con los que mantiene contacto hoy en día. Finalizada su experiencia en el gigante asiático, aceptó otra oferta y puso rumbo a Qatar. «Se preparaba para el mundial de fútbol y me contactaron vía Linkedin directamente. He estado allí tres años. Tuve la oportunidad de crecer, siempre en temas de alimentos y bebidas, hasta ser jefe. Allí hay un nivel de vida alto y con todo tipo de lujos que te puedas imaginar. Las empresas apoyan a los empleados con temas de alojamiento, al igual que en gastos de alimentación en el hotel, por lo cual todo lo que ganas es para ti».

Islas Caimán fue su siguiente destino. «Siempre tengo la maleta preparada y con la experiencia en Asia y Oriente Medio, tenía ganas de ir al Caribe o América, he estado año y medio. El nivel de vida es diferente, colonia británica pero mucho americano, muy bien localizado, muy cerquita de Miami y Cuba, entonces además de la oportunidad profesional me atraía el destino. Estuve en EE UU y también en Cuba, tuve la oportunidad de visitarla, porque mi abuela nació en Cuba y tenía ganas de conocer aquella tierra».

A principios del pasado mes de  noviembre se incorporó al equipo que dirige Ernesto Guerra en el Melià Koh Samui. «La profesión me enriquece culturalmente, porque trabajar con gente tan diferente te ayuda a entender mejor las personas, solventar problemas y tratar con gente de todo el mundo. De Mallorca echo de menos la sobrasada, poder juntarme con amigos y las playas. Créeme que he viajado mucho y como las playas de nuestra Isla hay pocas. Para vivir, ahora mismo, creo que me quedaría en Tailandia».