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Katy Perry ha preocupado a sus seguidores durante su último concierto. La cantante, que actuaba en Las Vegas, ha perdido el control de su párpado derecho mientras interpretaba uno de sus temas. En las imágenes captadas por una persona que se encontraba entre el público se puede ver como la artista intenta abrir el ojo, pero no consigue controlar sus movimientos y finaliza de forma precipitada la actuación. La americana no se ha pronunciado por el momento al respecto, aunque diversos medios apuntan a que podría abrir sufrido parálisis facial.

Perry ya había comentado en alguna ocasión los problemas que tiene con su ojo y es que, tal y como confesó en el programa American Idol, en el que ejerce de jurado, tiene un ojo torcido. «Solía estar preocupada por esto. De hecho un grupo de fans crearon un mote sobre esto. Tengo un fandom que se llama a sí mismo Katy's wonk-eye», indicó. Es más, incluso intentó tratar esta zona: «Recibí un tratamiento para que mi ojo torcido se hiciera más grande cada vez que tomo fotos porque tengo una torcedura». Por lo tanto, una de las opciones que cobra más fuerza es que este movimiento involuntario sea consecuencia del mencionado tratamiento.

Las preocupantes imágenes coinciden con el aniversario de la artista, que este martes cumple 38 años. A pesar de estar de celebración, Katy ha lamentado a través de sus redes sociales el fallecimiento del actor Leslie Jordan en un accidente de tráfico y en sus historias de Instagram ha compartido un vídeo del intérprete. En su vida sentimental, Perry vive un dulce momento ya que mantiene una relación con Orlando Bloom desde 2016 y tienen una hija en común de dos años, Daisy Dove.