La presidenta de Madrid viste con el color de su partido, la de Balears va a su bola.

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Nos tememos que la presidenta de la Comunidad de Madrid ha ganado la partida en cuanto a la estética a la presidenta de Baleares, Francina Armengol, y a la presidenta del PP de las Islas, Marga Prohens. La cosa no tiene la menor importancia, pero no deja de ser un detalle. Resulta que días atrás coincidieron las tres en Madrid, en la celebración de la Fiesta Nacional. Ayuso, de azul, el color de su partido; Armengol, de oscuro, sin siquiera un guiño al del suyo, el rojo; mientras que Prohens, presidenta del PP balear, va y se planta un vestido de color rojo, pero rojo, rojo…

Ya decimos, es una tontería, pero no deja de ser una cuestión de estética en defensa de los colores de su bandera y más en un acto público, donde hay muchos ojos que miran… Porque, ¿cómo va a ir uno del Barça de blanco y uno del Madrid de blaugrana? Pues lo mismo.
Por cierto, ¿qué les dicen las miradas de la Ayuso y Armengol? La primera mirando a la nada, mientras que la segunda la mira de soslayo. Esas miradas, estando tan cerca la una de la otra, no son casualidad. Se nos antojan miradas al estilo de Juego de tronos.

Ya pocos creen en ellos

Por cierto, ¡qué aburridos son los políticos en tiempos de campaña! O más que aburridos –que lo son–, poco creativos, a la vista de lo que han hecho los últimos días.¿Que por qué lo decimos? Porque si miembros del PI, en su primera salida propagandística y reivindicativa que hacen a la calle, pretenden descubrirnos que en la ciudad hay cantidad de aceras en mal, pésimo, estado, o que la que fuera sucursal de banco, ubicada frente a la gasolinera de Sant Ferran, ha sido ocupada por okupas, cuando hace años que viven ahí… Si sus protestas son solo sobre eso, apaga y vámonos.

Es como el alcalde de Palma, José Hila, que sigue paseándose por los barrios caladeros de votos del PSOE, reuniéndose con media docena de vecinos, y haciéndose fotos para colgar en las redes en señal de apoyo. Y es que esa forma de hace campaña, por lo vieja y obsoleta que es, aburre. Pocos se la creen. Pocos los creen. Por eso, hay que darle aires nuevos, entrar en territorios no amigos y asumir las carencias que se encontrarán cada dos o tres pasos. Y si tienen que aguantar algún reproche por parte de ellos, aguántenlo, en vez de decir «hemos hecho», «estamos haciendo» o «vamos a hacer», por ejemplo, cuando, en honor a la verdad, no se ha hecho todo lo que se debía, ni, si lo ha habido, el reparto se ha llevado a cabo bajo el mismo rasero.

Le esperan en Ricardo Ortega

Por cierto, ¿por qué el alcalde no se da una vuelta por la calle Ricardo Ortega, zona todavía por renovar íntegramente, y ve por qué los vecinos están pero que muy enojados con su política? ¿Por qué no habla con ellos y les explica a qué se ha debido, que mientras la otra media calle está renovada íntegramente, esta no lo está? ¿Y por qué, de paso, no comprueba él mismo el pésimo estado en que se encuentran sus aceras, sus árboles –que se van cayendo poco a poco–, los coches abandonados? Porque ahí sí que hay carencias.

Hematomas, brecha en la cabeza y dos costillas rotas fue el saldo de la caída de Luis Ruiz García.

Hace unas semanas, caminando por la acera, se cayó una mujer tras tropezar con un desnivel que había, fracturándose un brazo. La curaron y denunció el caso, pero hasta la fecha, ¡ni flowers! ¿La callada por respuesta? Días atrás, Luis Ruiz García, de 83 años, vecino de la citada calle, caminando con su andador por la acera, a la altura del número 51, frente al bar Ca’n Ángel, tropezó a causa de su mal estado y cayó sobre ella, golpeándose en la cara y en otras partes del cuerpo, teniendo que ser trasladado hasta Son Llàtzer, donde le atendieron de los golpes y hematomas producidos, por lo que tuvieron que ponerle cinco puntos de sutura en la cabeza. Tras pasar dos días mal, con fuertes dolores en el costado, regresó al hospital donde le volvieron a examinar –le hicieron una placa de tórax– encontrándole dos costilla rotas, por lo que tuvo que quedar hospitalizado. Días después regresó a casa donde sigue recuperándose. ¡Y todo por un tropezón en una acera completamente destrozada!.

Según podéis apreciar en su rostro –la foto fue tomada el domingo–, la caída debió ser de órdago, pues parece un Ecce Homo. Ni que decir tiene que su hija ha interpuesto la correspondiente denuncia. Lo de menos es que el Ajuntament pague por ello. Lo peor es que quien paga es el ciudadano, pues la posible indemnización sale de sus impuestos. Por eso pensamos que si el alcalde de Palma acostumbra a tomarse un cafetito con vecinos de distintas barriadas a fin de conocer las carencias de las mismas, ¿por qué no va a la calle Ricardo Ortega, con Angélica Pastor, a hablar con ellos? Porque les debe media calle, y que sepamos, ya han tenido lugar dos caídas. Por tanto, ya le toca.

Solidarios con Mar

Hace unos días os hablé de Mar Ripoll Lerdo de Tejada, una niña afectada por AME, una enfermedad de las consideradas raras que la ciencia está investigando, y que la Fundación Fundame, en España, está trabajando en promover dicha investigación, la cual depende, en parte, de las ayudas que percibe a través de voluntarios y personas solidarias.

Mar nos invita a la fiesta en el Pulpo.

Pasado mañana

Os recuerdo, si sois solidarios, que el próximo 20 de los corrientes –pasado mañana–, a las 19.00 horas, en el espacio Pulpo (calle Lluís Martí, 34, Palma), se organiza un acto a fin de recabar fondos a través de la venta de un calendario que han confeccionado y que tiene que ver con AME. Nos cuentan que los beneficios de la venta de los calendarios, así como todo lo recaudado en el evento, se destinarán en un 50 % a Fundame (Fundación Española contra el AME) y el otro 50 % a los cuidados y terapias de Mar, que no son pocas. Por tanto, ¡ánimo! Acudid a la fiesta, porque cuantos más seamos, mayor será el provecho que se obtenga, y... Pues eso, que todo sea por Mar, que todo sea por Fundame.