La exvedette luciendo el delantal de ‘MasterChef’ que lleva su nombre. | TVE

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Norma Duval disfruta de un buen momento en lo profesional, y también en lo personal. Entre rodaje y rodaje de MasterChef Celebrity 7, cuyo primer programa se emitió el lunes, tiene tiempo para viajar hoy a Sevilla junto a Mathias Kühn, con quien retomó su relación este verano, para asistir a los XVI Premios Escaparate.

¿Cómo está viviendo su experiencia en ‘MasterChef Celebrity’?
– Lo que pasa en las cocinas y en los fogones se queda ahí. Es un programa en el que hay mucha tensión, estás como una olla exprés todo el día (risas).

¿Se lo esperaba así?
– En cierto modo sí. Ya se ve cómo es el programa, eso es algo que todo el mundo ha dicho... Pero yo voy a sacar, como siempre, la parte positiva de todo lo que hago. Yo era una persona que solo pasaba por la cocina para preguntar qué se comía. No como carne, pero me gusta comer.

¿Es la primera vez que se pone un delantal?
– Pues sí, es la primera vez que me pongo un delantal. Así de claro. Firmé el contrato para el programa quince días antes de empezar a prepararme, y hacer eso sin ser cocinera, es un poco heavy. Aunque también tengo que decir que en el primer programa, que ya se ha emitido, dijeron que mi crema de calabacines estaba mala. Yo respeto la opinión de los jueces, y a diferencia de otros programas, aquí el público no puede probar las elaboraciones. La probé yo, y estaba buenísima. Se las hago yo a mis hijos y les chifla. Tuve mucha suerte al abrir la caja sorpresa y encontrarme los calabacines, la cebolla, erizos y carne. La carne se la cambié a Patricia Conde.

¿Qué tal se lleva con Patricia Conde? También es medio mallorquina...
– Me llevo súper bien con ella.

¿Cuál es su plato favorito?
– Me gustan mucho las verduras, las lentejas, la paella...

¿Qué participante de ‘MasterChef Celebrity’ le ha sorprendido gratamente?
– Nico Abad, también Isabelle Junot, es maravillosa; Edu Rosa, que es un actor joven... Bueno, todos, Emmanuel Esparza (primer expulsado del programa), Daniela Santiago, María Zurita, que es encantadora... Hemos tenido muy buena relación, hay muy buen ambiente en las cocinas. Yo tengo mis cositas con Lorena Castell, pero nos tenemos mucho afecto porque estuvimos juntas en El Desafío. Por eso digo que lo que pase en los fogones se queda en los fogones.

¿’MasterChef’ es un auténtico desafío para usted?
– Esto es peor que El Desafío. Dónde va a parar... Yo soy una mujer deportista, estoy entrenada, las pruebas la gente las ve, aunque te puntúen lo que te puntúen. La cocina es diferente, la cocina es lo que digan los jueces. Y yo admito que no soy cocinera. Hay gente ahí que cocina mucho mejor que yo. Y hay muy buenos compañeros, muy buen equipo, yo me lo he pasado muy bien. Y lo mejor de todo es que ahora tengo una ilusión por las cosas de la cocina que antes no tenía. Antes yo solo cocinaba la crema de calabacín, que me la enseñó un chef con estrella Michelin, y cuatro cositas más, y ahora me hace ilusión hacer tartas, hacer una paella...

¿Ahora cocina para la familia?
– En el cumpleaños de mi hijo, que yo ya estaba en MasterChef y por eso se lo pude hacer, preparé el aperitivo, la crema de calabacín, el arroz, la tarta, todo lo hice yo.

A usted, en la cocina, también le gusta la estética, la presentación...
– Sí que me gusta, aunque en MasterChef son más exigentes, y es normal que lo sean. Mi presentación de la crema de calabacín era más casera, pero yo creo que era bonita. Insisto, estaba riquísima...

¿Ha visto el primer programa en    familia?
– No, lo vi sola. Pero acaba muy tarde y me quedé dormida. Aguanté todo lo que pude...

¿Es más de dulce o de salado?
– Las dos cosas. El rissoto con boletus me sale riquísimo. Yo antes ni siquiera hablaba de cocina. Ahora estoy encantada, miro las recetas...

¿Cómo lo lleva con Samantha, Jordi y Pepe?
– Vamos a ver, los miembros del jurado, cuando salen de lo que es la valoración del plato, son encantadores, pero luego allí tienen su papel. Y hay que respetar al jurado, evidentemente. Ni los malos son tan malos, ni los buenos son tan buenos.

¿Y las dificultades?
– Hemos pasado mucho calor, hubo momentos en los que yo me secaba el sudor de la cara con papel de cocina en alguna prueba de exteriores. En este programa el glamur está por los suelos. No hay una luz que te cuide la cara. A MasterChef se va a cocinar y no a lucirse.