Suso Silva vuelve a encarnar a Lucifer. | Pere Bergas

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Cuenta la leyenda que, cada 500 años, Lucifer ofrece su gran fiesta pagana, el jardín de los excesos, a la que cualquiera queda invitado a cambio de su alma. En este caso el precio a pagar no será tan alto, pero los sentidos quedarán igual de estimulados. El Circo de los Horrores regresa a Palma con su quinto espectáculo, Bacanal, no apto para beatos y mojigatos.   

«El espectador es el centro del show, le invitamos a unirse a la bacanal. Existe un juego erótico muy bestia, donde se rozan los límites. Llegamos hasta donde nos dejan llegar, y en la Isla se ponen pocas limitaciones. Aquí se viene a comer, beber y erotizarse. Que vengan bien preparados, porque vamos a salpicar mucho y a meterles en mil líos», afirma el director artístico y maestro de ceremonias, en la piel de Lucifer, Suso Silva, quien recibió el Premio Nacional de Circo en 2003.

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El espectáculo ‘Bacanal’ combina humor y erotismo a través del teatro de vanguardia y el circo contemporáneo, con una importante apuesta musical, con voces en directo y bailes explosivos.

A lo largo de sus dos horas de duración, este espectáculo de cabaret combina humor, desenfreno y erotismo a través de la fusión del teatro de vanguardia y el circo contemporáneo de primer nivel, con 25 artistas en escena y una importante apuesta musical, con voces en directo y constantes bailes sensuales, que no dejarán a nadie indiferente. Asimismo, la escenografía y el vestuario trasladarán a los espectadores a la morada de Lucifer, un lugar donde perderse para no volver.

Aunque este miércoles fue el primer pase del espectáculo en Palma, Bacanal ya ha vendido más de diez mil entradas en la Isla. «El show se basa en volver a inspirarnos, volver a motivarnos y a levantarnos por la mañana con ganas de superarnos. Llevamos un año de gira, reventando allí donde pasamos. Los dos años de parón y encierro han producido que el público llegue salvaje. Antes llegaban aquí y bebían, y ahora llegan borrachos», dice Silva, satisfecho con la respuesta del público.

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El Premio Nacional de Circo en 2003, Suso Silva, es el director artístico del ‘show’, además de encarnar a Lucifer.

Aunque, en general, el público del Circo de los Horrores se sitúa entre los 20 y los 50 años, el show cuenta con espectadores de todas las edades que, una vez llega el momento, se liberan de todas las cadenas morales. «Para qué nos vamos a engañar, la tercera edad flipa un poco: aquí, allá y en Maracuyá. Pero también hay gente mayor muy abierta a toda clase de propuestas y sensaciones. Todo el mundo tiene un hueco en este pequeño cabaré maldito. Por ejemplo, el último día de espectáculo en Barcelona, logré convencer a una señora de 85 años para que gimiera. Todo el circo en pie y aquella señora gimiendo y gritando que había mantenido muchas relaciones sexuales en su vida. Al final, la gente se libera y    pierde su pudor», dice Silva, que invita al show a todos aquellos abiertos a la experimentación.