Fotografía de familia de los que forman parte del proyecto antes de realizar uno de los últimos ensayos. | M. À. Cañellas

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Orgull de poble. Es lo que transmite el proyecto que preparan en Esporles. El coro está a punto de estrenar un musical, a través del cual narrará tres historias inspiradas en leyendas de la localidad. La representación tendrá lugar el 28 y el 29 de junio, coincidiendo con las fiestas de Sant Pere. Será a las 22.00 horas en el colegio Gabriel Comas i Ribas. Contará con música en directo. Se interpretarán doce piezas musicales.

El germen surgió en el mismo coro: «Trabajábamos preparando piezas, pero queríamos embarcarnos en un proyecto», cuenta su presidenta, Teresa Soler. Pretendían juntar música e interpretación y qué mejor que hacerlo a través de un musical sobre la legendaria historia de su propio pueblo. Kake Portas, director del coro, ha sido el encargado de capitanear, guionizar y musicalizar la obra. Portas ha estado siempre ligado al mundo del teatro. Ha sido constructor de decoraciones del Teatre Principal de Palma durante veinte años. Ahora rinde homenaje a su pueblo con la divertida representación de tres tradicionales rondalles de Esporles que, entremezcladas, pretenden dar vida al imaginario colectivo de los antiguos habitantes.

Tres ‘rondalles’

La primera de las rondalles es La mora de Son Tries. Transcurre durante la presencia musulmana en Mallorca y cuenta la historia de dos enamorados: la noble Jasmina y Albrí, de familia humilde. Reprimida por sus respectivas familias, la pareja trata de huir, pero poco después hallan el cadáver del joven. Jasmina, rota de dolor, acaba desapareciendo cerca de la fuente de Son Tries. Este primer relato entronca con Plet de les aigües d’Esporles, la segunda de las rondalles, una lucha entre el pueblo y los sacerdotes del monasterio de La Real por la utilización de las aguas que nacen en la possessió de La Granja. El litigio, a mediados de siglo XVIII, acaba con una original confrontación entre las esporlerines y los religiosos.

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El último de los relatos es el de El monjo de la cova. Cuenta el imaginario popular que un malicioso pirata se escondió en una pequeña cueva en lo alto del pueblo para redimir sus pecados. Allí apareció muerto, junto a un misterioso pergamino con la ruta hacia un tesoro escondido.

Lo más difícil, mantiene Teresa Soler, ha sido la escenificación. Los miembros del coro han tenido que iniciarse en el mundo del teatro. Magela Sosa, quien interpreta a una de estas mujeres, apunta que los actores y actrices son «jubilados, profesores, herreros… todos amateurs, pero a los que nos une el amor por cantar y por Esporles». La presidenta remarca ese sentir del musical: «Es un proyecto en el que participa todo el pueblo». La mayoría de los integrantes del musical, cerca de cincuenta, son esporlerins y el Ajuntament colabora aportando la infraestructura… Es, subraya Soler, un proyecto colectivo. «Todos los vecinos nos están ayudando, aunque sea con la ilusión con la que lo están viviendo».

La obra, cuyo estreno inicial se vio interrumpido por la pandemia, verá al fin la luz el martes 28 frente a cuatrocientos espectadores en cada pase. Las entradas están a la venta en dos comercios del pueblo (Artimanya y Sa Fusteria) y en la web www.movesmallorca.com. Ahora, tras la larga espera, queda hacer frente a los nervios previos a la función.