Imagen del interior de la escuela Canto Rodado. | Click

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Hace unos días, el pintor Pascual de Cabo, a caballo entre Tánger y Palma, nos presentó a Viel Felipe, uruguayo-italiano, residente en Alaró. Éste nos cuenta que la escuela de escultura Canto Rodado está ubicada en lo que fuera antiguo y semiderruido matadero de dicha localidad. Él, su hijo y Pedro Parga, por iniciativa de este, solicitaron permiso en el año 2005 al Consistorio del mencionado pueblo y se lo concedieron para reconstruirlo y transformarlo en lo que hasta hoy es esa escuela. A pesar de ello, ahora, el Ajuntament quiere trasladar el centro de formación a un lugar de espacio muy reducido. Se accede subiendo cinco escalones y sus posibilidades de trabajo se reducen al mínimo. Se trata de un lugar inapropiado para continuar la labor que dicha escuela viene haciendo desde hace 17 años tanto con artistas de la Isla como venidos ex profeso desde cualquier lugar, lo que pone el nombre de Alaró en el mapamundi.

¿Que a qué viene el cambio de ubicación tan repentino, que pone al borde de la desaparición dicha escuela, porque sin apenas espacio no es posible trabajar en ella, o trabajar como se venía haciendo hasta la fecha? Pues viene a que el Ajuntament d’Alaró ha decidido destinar el espacio de dicha escuela a local para Protección Civil. ¿Acaso en Alaró no hay otro lugar, o local, para acogerles? ¿Hasta dónde llega la sensibilidad artístico-cultural de quien o quienes ordenan el traslado de la escuela, que está funcionando muy bien? Desde el primer día, la escuela funciona de forma gratuita, a gusto tanto de maestros como de alumnos. Y cambian la escuela a un lugar inapropiado en el que no caben ni siquiera las piezas de piedras que utilizan, muy grandes, ni los artistas que trabajan con ellas.

No entiende el cambio

Según nos cuenta Viel Felipe, la orden ha salido del PP municipal, mientras que PSOE y Podemos están a favor de que la escuela siga donde está, y mucho más tras la reforma que se hizo en ella el año pasado. «En cambio, ahora nos dice que nos vayamos, que ahí van las dependencias de Protección Civil. ¿Qué tiene que ver una cosa con otra? Lo malo es que eso va a causar un gran perjuicio, tanto a la escuela en si como a los alumnos que acuden a ella, ya decimos, desde siempre de forma gratuita, y con unos objetivos siempre superados y, si no, ahí está lo que se ha conseguido a lo largo de casi dos décadas, tanto en dibujo como en pintura, modelado y trabajos en marès y canto rodado…».

Por otra parte, señala Viel Felipe, «con la intención de dar más vistosidad a la escuela, tratamos de hacer un gran mural en la pared de atrás y a la hora de iniciarlo pedimos permiso al Ayuntamiento. ¿Y sabe cuál fue su respuesta? Pues que según el arquitecto municipal, no podíamos, ya que era la pared de un monumento histórico… ¿Histórico? ¡Pero si el antiguo matadero, además de abandonado, estaba hecho una ruina. Esto nos obligó a hacerle tres reformas: una primera para que pudiéramos entrar, otra en lo que era el patio a fin de ganar espacio para poder trabajar allí y otra el año pasado, poco antes de que nos avisaran de que nos teníamos que ir a otro sitio…».

Seguramente a nadie convencerá quitar la escuela de donde está, para que el espacio sea ocupado por las dependencias de Protección Civil, cuando lo más lógico hubiera sido dejarla ahí y buscar otro lugar donde ubicarlas. Porque si una cosa funciona, déjala que siga funcionando en vez de sacrificarla para sustituirla por otra a la que le podrían buscar un emplazamiento distinto. Vamos, lo que se suele decir: ahí van a desvestir un santo para vestir a otro.

Los políticos son como son

Pascual de Cabo, que vivió veinte años en Alaró, tampoco está de acuerdo con esta decisión de trasladar «una escuela que está funcionando muy bien a todos los niveles… Pero es que los políticos son como son, hoy dicen que sí y mañana que no… Aparte de que en el arte todo gira en torno al ‘arte basura’, llevado a los altares con el respaldo de políticos y especuladores del arte, contra quienes no se puede luchar. ¿Cómo le van a dar ubicación en un piso a una escuela de escultura y modelaje, con lo que cuesta subir las piezas de piedra hasta allí…? Fíjate lo que entenderá de arte quien quiere trasladar una escuela de este tipo a un piso, cuando lo suyo es que esté ubicada en un espacio abierto, sin escalones…».

Para finalizar, deciros que Manolo Coronado, que vive en Águilas (Murcia), pero que es hijo predilecto de Alaró, localidad en la que residió durante muchos años, por lo que conoce el buen rendimiento de dicha escuela, sobre todo en lo que se refiere a escultura y modelado, nos dice que no le extraña esta decisión, «ya que el arte no da votos, prueba de ello es que en mis tiempos, en Alaró vivíamos muchos artistas, Mompó, Alex Llull, Celedonio Perellón, Isabel Yanguas, además de algunos componentes del Grupo Teix, mientras que ahora quedan apenas unos pocos. Por eso pienso que es lastimoso que se tome la decisión de trasladar esta escuela, y más cuando el arte recuperó lo que eran las ruinas de un matadero para convertirlo en escuela de arte».