Imagen de recurso de una joven con el pelo rizado. | Pixabay

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El «método curly» es una rutina de lavado y cuidado del cabello. Se trata de utilizar productos sin sulfatos, siliconas, aceites minerales y ceras para que salga a relucir el rizo natura de nuestro cabello. Hay que olvidarse de lacas, espumas o herramientas de calor. Las bases del método curly son la hidratación y el respeto al cabello. Lo puede seguir cualquier personas, aunque se recomienda en especial a aquellas con pelos secos, dañados, quebradizos o con los rizos poco marcados.

Esta práctica se inició en 2011, con la publicación del libro Curly Girl The Handbook, de la estilista estadounidense Lorraine Massey. Sus premisas convencieron a muchos y se ha generado una gran comunidad en redes sociales en torno a este método de cuidado capilar, sobre todo, debido a los impresionantes cambios que provoca. Carlota Padilla, una palmesana de 22 años, conoció esta práctica por internet y hace unas semanas se adentró en ella. «Mi pelo me lo agradece. Me lo noto mucho más sano tras pasar de una rutina de cuidado normal, de comprar un producto de supermercado sin mirar mucho más, a entender cómo es mi pelo, qué necesidades tiene y qué necesita», cuenta. «Mi pelo está más rizado, más brillante y tiene más movimiento. Y Lo que más me gusta es que la gente lo nota y me lo dice».

¿Cómo comenzar con el «método curly»?

Hay que tener en cuenta de un cambio de hábitos y de que no se obtendrán resultados inmediatos. La autora del libro establece que los cambios no se empezarán a apreciar hasta pasadas tres semanas.

  1. Antes de empezar de lleno con el método, se recomienda realizarse un último lavado con un champú con sulfatos. Esto se debe a que, con los sulfatos, ayudaremos a eliminar los restos de cera y siliconas del cabello. Este paso es muy recomendable, aunque no obligatorio.
  2. Tras haber realizado este último lavado con sulfatos, hay que pasar ya a los champús sin sulfatos ni siliconas. Estos serán reemplazados por ingredientes más naturales y que ayudarán a la hidratación del pelo.
  3. Co-washing: una de las técnicas que propone el «método curly» es lavarse el pelo con un acondicionador en lugar de con el champú, para obtener una mayor hidratación.
  4. Acondicionador aplicarse un acondicionador apto para el método curly. Lo aplicaremos de medios a puntas tras el champú y lo dejaremos actuar unos minutos antes de aclarar el pelo.
  5. Secado: es importante utilizar una toalla de microfibra y no las típicas de baño, de algodón, ya que al frotar el pelo con este material ayudamos a que se encrespe y se rompa con mayor facilidad. Además, para aportar suavidad y cuidado al cabello, podemos aplicar cremas, geles o espumas para definir el rizo. Eso sí, sin siliconas ni alcoholes secantes, propios de la mayoría de estos productos.

No hace falta ser rico

Al contrario de lo que pueda parecer, no hace falta gastarse gran cantidad de dinero en productos para seguir el «método curly». Simplemente hay que fijarse bien en el etiquetado de nuestros champús y acondicionadores habituales, ya que puede que sean compatibles con las premisas anteriores. En caso contrario, podemos reemplazarlos por alternativas económicas. En los últimos años, muchas marcas y grandes superficies han apostado por productos naturales, por lo que es relativamente sencillo encontrar productos que encajen en el método. Por ejemplo, en Mercadona encontramos el «Champú Zero», que no supera los 2 euros y en cuanto al acondicionador, en Eroski encontramos el «Acondicionador Pomelo Rosa» de la marca Belle por un precio también muy económico.