Mallorca marcha contra el cáncer

Aplazada en los pasados días 14 y 28 de noviembre a raíz del mal tiempo, aunque el cielo amenazase tormenta, la prueba pudo celebrarse sin complicaciones. Este año el músico y triatleta Bernat Xamena fue su padrino; el deporte fue una gran vía de escape cuando le diagnosticaron distonía focal, un trastorno psicológico emocional que ha superado. Primero, a las diez de la mañana, se celebró la carrera abierta en un circuito urbano de ocho kilómetros, cerrado al tráfico.

Casi medio millar de corredores partieron desde la avenida de Antoni Maura con ganas de completar el recorrido y empujados por una buena causa. «Me gusta llevar un estilo de vida saludable y participar en este tipo de carreras, sobre todo si tienen un fin solidario», expresó el quiosquero de la ONCE, Quini, acompañado por sus paisanos de Murcia, José Pedro y Salva, que ejerció de guía.

Cuando llegaban a la línea de meta, antes de hacerse con la regeneradora pieza de fruta, algunos corredores se mostraban emocionados, lanzando gestos al cielo; en esos instantes para muchos era inevitable recordar a sus allegados. «Le dedico esta carrera a Carlos, el padre de mi mejor amiga, que falleció hace dos años a causa de un cáncer de pulmón. Por estas fechas íbamos a visitarle al hospital, por lo que deseaba rendirle este pequeño homenaje», contó Sara María Salmerón.

Otros aprovechaban la ocasión para reivindicar su situación personal. Culminada la carrera, Niki Alomar señaló su brazo izquierdo, en el que podía leerse ‘Sarcoma’: «Hace ocho años me amputaron la mano. No es un cáncer muy común, no se le dedican los recursos suficientes. Mi hermana tuvo un angiosarcoma el año pasado y lo ha pasado muy mal con la quimioterapia, que no ha evolucionado: se utiliza el mismo tratamiento desde hace 30 años».

Tras la entrega de trofeos a los tres primeros clasificados -Antonio Sánchez, José Luis Rodríguez y Biel Antich en la categoría masculina, y Marina Garau, Marta Rosselló y Lola Fernández, en la femenina-, sobre las doce del mediodía, después de una leve llovizna, arrancó la caminata popular. Más de 1.400 personas de todas las edades dieron un paseo de cuatro kilómetros por el trazado urbano, contando siempre con el aliento de los más de 60 voluntarios que señalizaban el recorrido y atendían los puestos de avituallamiento.

Entre los participantes se encontraban Mari Carmen Madrid, Paquita Ferragut y Lorena Páez, miembros de ‘Som Un’, un proyecto que fomenta la autonomía de las personas con diversidad funcional en el ámbito deportivo: «Con el tiempo la situación ha mejorado, pero todavía queda mucho por trabajar, sobre todo a nivel de accesibilidad», explicó el director del proyecto Nicolás Navarro. «Para mí las pruebas deportivas son metas de vida. No existen límites ni fronteras para las personas en silla de ruedas» añadió Ferragut que, como Páez y Madrid, realizó los primeros metros a pie en una loable muestra de lucha y superación.

Entre el color verde generalizado destacaba un grupo con camisetas blancas, con la imagen de un hombre y un bebé, que rezaban ‘Aprendiendo a vivir sin ti’: «Mi marido falleció hace cuatro años por un cáncer, y mi ahijada lo logró superar. Ella nos da fuerza para seguir luchando por él», explicó Isa Del Río, muy bien acompañada por su familia.