La segunda mitad del taller consistió en una cata de aceites, en la que los alumnos demostraron sus cualidades como sumilleres. | Pere Bergas

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Cómo se elabora el aceite de oliva? ¿Cuál es su origen? ¿Qué edad tiene la olivera de la plaza de Cort? ¿De dónde procede? ¿De qué depende el color de las olivas? Los alumnos de sexto de Primaria del Col·legi Jesús Maria de Palma descubrieron la respuesta a estas y muchas otras cuestiones en el taller ‘Pa amb oli volem’, actividad impulsada por la Denominació d’Origen Oli de Mallorca con el fin de dar a conocer el aceite de oliva entre los más jóvenes. «Empezamos con los talleres presenciales a finales de octubre    y ya hemos visitado tres escuelas. Su objetivo es acercar el producto local a los niños, y enseñarles los elementos que componen la Serra de Tramuntana», explicó la historiadora Maria Martí, de Arquitectives, encargada de impartir la lección.

«¿Es saludable el aceite de oliva?», preguntó Martí. «En su justa medida», respondió uno de los alumnos, atentos y proactivos a lo largo del taller, de una hora y media de duración. Para empezar, el grupo recibió una lección sobre la historia de las oliveras, el clima y el terreno que necesitan para crecer, de qué modo se recolectaba y procesaba su fruto en el pasado, la fauna y la flora característica de la Serra de Tramuntana, así como las construcciones que el hombre ha levantado allí a lo largo del tiempo, como las possessions, tafones y safareigs de reg, los caminos de pedra en sec o las marjades.

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En la actividad degustaron dos aceites de oliva virgen extra, de las variedades arbequina y picual, así como un aceite refinado, de peor calidad.

«Es una actividad muy recomendable, que acerca a los niños a la realidad. Esta semana hemos trabajado con los materiales didácticos de la página web», sostuvo el maestro Biel Roca. Acabada la teoría llegó el momento más divertido del taller. «¿Queréis hacer una degustación de aceite de oliva?», lanzó Martí, obteniendo el asentimiento de la mayoría de los alumnos, mientras unos pocos intercambiaban cómplices miradas temerosas. Como verdaderos sumilleres, los niños debían realizar una cata a ciegas en la que diferenciar tres aceites de distinta calidad y elaborados con diferentes variedades de oliva. Primero olieron distintos alimentos para tener una referencia para la cata. Tras servirse el aceite, comenzó la degustación; olfateaban el contenido de cada recipiente y después lo saboreaban. Unos probaban el aceite con mesura y delicadeza y otros se bebían los vasos de un trago, pero todos pasaron un rato agradable y pedagógico.

«Mi madre es bióloga y nutricionista y en casa se habla de estos temas, pero me ha parecido muy interesante y he aprendido mucho», afirmó Adrià Gómez, mientras que, por su parte, David Díaz opinó: «Me ha encantado, me he entretenido y he reído mucho». Además de este taller, hay otras actividades diseñadas para el primer ciclo de Primaria.