El exceso de regalos no es positivo para los niños. | Pixabay

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La llegada de los Reyes Magos es el colofón final a las Navidades. Niños y mayores esperan la mañana del 6 de enero para descubrir con una gran ilusión los regalos que sus Majestades de Oriente les han dejado.

La coach de salud y experta en inteligencia emocional aplicada a la nutrición, Marga Almarcha, explica que «para los padres ver las caras de felicidad de sus hijos cuando abren los regalos no tiene precio y, si normalmente este día tiene un carácter muy especial, este año por todo lo que se ha vivido será mucho más».

En este sentido, advierte que este año «podemos correr el riesgo de que los Reyes Magos hiperregalen a nuestros hijos como una forma de compensar los momentos vividos, por lo que quizá tendremos que preguntarnos qué criterio será mejor a seguir a la hora de escribir la carta a Sus Majestades de Oriente para no caer en un exceso de regalos y, además se siga manteniendo la ilusión de los más peques».

La coach da unas recomendaciones para evitar los excesos. En primer lugar propone sensibilizarse con los que menos tienen. Se debe «fomentar en nuestros hijos la solidaridad regalando los juguetes que ya no utilicen será la antesala para que aprecien los nuevos que recibirán».

A la hora de hacer la carta a los Reyes con los más pequeños, recomienda transmitirles la importancia de pedir de una forma más sostenible y más realista con los tiempos que corren.

Además, considera que «este año sería interesante fijarnos en el criterio de 'menos es más'». En este sentido, apunta que regalar algo que han pedido es necesario para mantener la ilusión, pero advierte que un exceso de regalos puede provocar una sobreestimulación y que al final no mantengan la atención ni la ilusión en ninguno. Para ello, propone hacer una selección con preguntas tipo '¿con cuál jugarás más?', '¿cuál es al que le puedes dedicar más tiempo?'. «Así les hacemos conscientes de sí realmente lo quieren».

Almarcha destaca que se debe intentar que la carta a los Reyes contenga al menos un juego o juguete que fomente la creatividad: construcciones, legos, pinturas… siempre adaptados a la edad de los niños.

También recuerda que «el confinamiento ha puesto de manifiesto la importancia y los beneficios del tiempo compartido en familia, por ello incluir un juego familiar en nuestra carta será todo un acierto. El Rummik, el Uno…hay una gran variedad».

«Otro aprendizaje que nos ha regalado este año es la importancia de las actividades al aire libre». En este sentido, recomienda, una bonita excursión, una visita a una bodega para los más mayores, un vale para un brunch casero en mitad del bosque, una salida en paddle surf… «Son opciones que van más allá de lo cotidiano y que nos conectan con la naturaleza».

Además, asegura que «bicis, patinetes, patines…son aciertos seguros ya que con ellos fomentamos que prectiquen actividad física en espacios abiertos; alejándolos así del uso de pantallas».

En el caso de los adolescentes, sostiene que «los Reyes también pueden acertar si les traen una pala de pádel, por ejemplo. Es una forma de fomentar la amistad de grupo, además de hacer ejercicio físico».

La coach señala que «seguramente, los niños más pequeños pedirán pantallas o cualquier otro dispositivo. Como padres tendremos que recomendar a los Reyes que las eviten en niños menores de 2 años, siendo también poco recomendables en niños menores de 5 años».

«Este año, empezó con una normalidad que dejó de serla en marzo. Nos confinaron, estuvimos en familia, compartiendo 24 horas, viviendo cada momento con nuestros hijos, con sus necesidades, sus miedos, sus alegrías, sus desasosiegos…Este año, sin duda para ellos el mejor regalo somos nosotros. Este año se trata de regalarnos los unos a los otros lo mejor de cada uno y, así regalarnos una nueva normalidad gestada desde la ilusión y la esperanza», concluye.