A su regreso en el puerto de Sóller. | G-3/INSTAGRAM

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Michael, 'en Miquel de s’Estaca', ha puesto punto y final a sus vacaciones más largas en la Isla, a causa de las restricciones de la pandemia, y ya ha marchado hacia Estados Unidos.

La mayor parte de su tiempo lo ha pasado en s’Estaca, donde ha leído mucho y ha dado largos paseos hasta los miradores. Estos recorridos han sido una constante diaria. También ha realizado alguna salida a Valldemossa, donde ha almorzado como un residente más, y ha visitado las fincas de dos amigos, al menos una de ellas en la Serra. Michael ha aprovechado para hacer un viaje en barco, en el que la familia celebró el 20 aniversario de Dylan.

Michael, Catherine y sus hijos Dylan y Carys visitaron Menorca durante cuatro días. Es una isla que le encanta al actor, y a la que regresa siempre que puede. La conoció hace años durante las fiestas de Sant Joan en Ciutadella; allí llevó a Catherine al inicio de su relación. A su regreso a Mallorca pasaron por Formentor, donde cenaron e hicieron noche. Después navegaron hacia s’Estaca, con parada en Sóller para almorzar.

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Veladas en s’Estaca

Se recrearon, sobre todo, contemplando el mar desde s’Estaca. En los jardines celebraron agradables veladas familiares a la puesta de sol. De hecho, los Douglas disfrutaron de la possessió que fue del Arxiduc, y lo hicieron saber a todo el mundo a través de fotos y vídeos en Instagram, como la que Michael se hizo con Taylor, el perro de Catherine. También colgó en la red un vídeo como @mensajero de Paz de Naciones Unidas. Allí mostró su apoyo y solidaridad con el pueblo libanés por la gran explosión en el puerto de Beirut.

Puestas de sol. La familia Douglas viajó a Menorca, donde permaneció durante cuatro días.

Catherine, por su parte, visitó Palma. Paseó por su casco antiguo, más en silencio que nunca por la ausencia de turistas. Disfrutó de la Seu y de la tranquilidad de los alrededores.

La actriz galesa continúa en la Isla con sus padres David James Jones y Patricia Fair. Está trabajando en su colección de moda. Gracias a las mascarillas impuestas por la pandemia y sus dotes interpretativas, puede pasear junto a su familia por cualquier lugar sin ser reconocida. Disfruta así de una Isla sosegada impregnada por un suave tiempo preotoñal.