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Si la semana pasada fue Lara Álvarez la que, entre lágrimas, se despidió de Honduras al ser la última gala de la edición que iban a vivir allí, esta vez ha sido Carlos Sobera el que se ha enfrentado al último Supervivientes, en tierra de nadie hasta 2021. Por otro lado, este jueves se emitirá la primera parte de la gran final del reality, en la que Barranco o Jorge será expulsado.

En el programa, también se ha mostrado cómo se despidieron los concursantes de la isla, que este martes llegaron a España. Ana María Aldón hizo una mención especial al mar y sus peces, asegurando que la habían convertido en «la mujer más feliz de Supervivientes 2020».

Albert Barranco y Rocío Flores, por su parte, hicieron mención al tronco en el que solían sentarse a hablar, uno de los rincones en los que más tiempo pasaron los concursantes. Por Skype y desde España, Ivana Icardi confesó lo que más extrañaba de la isla.

«Echo muchísimo de menos la naturaleza. Ver el mar, las estrellas, los corales...». El presentador quiso saber también si se arrepentía de alguna de sus acciones durante su concurso. «No me arrepiento de nada de mi paso por la isla. Podría hacer un mea culpa de mi relación con Hugo, ahora lo veo con otra perspectiva. Debería dejar de ser tan insistente. Como dije en El puente de las emociones, tengo que dejar que las personas sean como son».

«Pero es que no lo entendí, a veces me sigue perturbando, fue de un día para otro y estaba sola, sin mi familia», añadió, en alusión al momento en el que el uruguayo terminó su relación con ella. Entonces, y también por Skype, intervino Avilés: «Yo al principio pensaba que Ivana se acercó a Hugo por interés, pero cuando vi lo poco que le afectó a este que lo dejaran, la cosa cambió».