Fundado en el año 1940, el forn Sant Elies, es uno de los establecimientos emblemáticos de Palma.

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Cansado de levantarse cada mañana a las tres de la madrugada y «hacer más horas que un reloj», el propietario del emblemático Forn Sant Elies, Richard Piccone, cierra hoy tras 11 años al frente.

Piccone comenzó a trabajar a los 15 años en su tierra natal, Uruguay. «Me pasaba ocho horas subido a un caballo pisando barro para hacer ladrillos», comenta Piccone mientras quema por encima una de las ensaimadas recién sacado del horno.

A los 18 años se fue a trabajar a Buenos Aires y se puso a estudiar Mecánico Tornero, profesión que ejercitó durante un año ya que a los 20 años comenzó a trabajar en una pastelería, dedicándose a ello hasta el día de hoy.

Y, ¿a partir de ahora?, «tengo muchas cosas y proyectos para hacer, además de dedicar tiempo a mi Renault 5».

Con Miquel de Sa Pelleteria

Antes de coger la dirección del Forn Sant Elíes, Piccone estuvo ocho años trabajando con Miquel de Sa Pelleteria.

Muchos de sus clientes se sorprendían del cierre al ir a buscar su pan, las cocas de trempó, bollos de crema, palmeritas, etc... y los inigualables llonguets.

Fundado en el año 1940, el forn Sant Elies, es uno de los establecimientos emblemáticos de Palma. Sobre sus orígenes no hay mucha documentación y solo se sabe que tuvo un propietario apellidado Mas; después se hizo cargo Damià Poquet, que en 2009 lo traspasó a un uruguayo que ha sabido mantener a la perfección la esencia de la panadería y repostería mallorquina.