Magdalena Socias, recibida tras recorrer los 110 kilómetros para recaudar fondos para la investigación contra el cáncer. | Jaume Morey

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Durante cinco días recorriendo 110 kilómetros por la Serra de Tramuntana, Magdalena Socias, a sus 59 años –padece un colangiocarcinoma–, se encuentra satisfecha de haber logrado su reto para recaudar fondos para la investigación contra el cáncer. Es una campeona de la vida.

¿Cuál ha sido la mayor dificultad con la que se ha encontrado durante los 110 kilómetros?
—La climatología del domingo y el lunes. Especialmente, en el tramo del Coll de Massanella. El Domingo de Resurrección estuvo lloviendo todo el día y no podíamos ver a dos metros de distancia debido a la niebla y a la humedad. Además, el camino es muy empedrado y resbaladizo y dificultó la bajada.

¿Cómo fue el día a día?
—Me levantaba muy temprano y a las 7.30 horas ya estaba de camino. Me han acompañado Pere Ripoll y Joan Cañellas Vich durante todos los días, incluso en algunas jornadas se sumaron familiares y amigos. Prácticamente, no hemos parado, comíamos barritas energéticas y frutos secos. Al mediodía parábamos para ir a casa y descansar. Por la noche tengo mi ritual de medicación debido a mis dolores, especialmente en las costillas, donde tengo una metástasis que está progresando, por lo que tomo morfina y otros medicamentos.

¿Le ha dificultado su estado para realizar este reto?
—Sinceramente, me he sentido bien. Lo que más tengo son molestias en el estómago y costillas. Pero estos días estaba tan emocionada que creo que no me he dado cuenta del dolor. Todos tenemos un umbral de dolor vinculado por muchos factores. A mí, ir por la montaña me baja el umbral.

¿Pensó en algún momento en abandonar?
—No, nunca. No he tenido ni agujetas. Salgo a menudo a caminar por la montaña. Yo corría bastante e, incluso, en el año 2013 hice la trail de Valldemossa a Pollença.

De los paisajes que ha recorrido, ¿con cuál se queda?
—Aunque había mucha niebla, es el Camí de l’Arxiduc, donde se ve sa Foradada. La montaña me sube la autoestima, me ayuda a evadirme y olvidar, incluso hacer meditación.

¿Qué es lo que ha conseguido con este reto?
—Un reto personal, aunque me habría gustado hacerlo seguido y descansar en los refugios. Y, segundo, recaudar fondos para la investigación de la metástasis de cáncer que se realiza en el Institut de Reserca Biomédica de Barcelona.