La linea estilizada y en arco del nuevo crucero se inspira en esquemas de los grandes megayates privados. | Gabriel Alomar

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El nuevo crucero francés Le Bougainville brindó este miércoles su primera visita al Port de Palma, en su viaje inaugural. Diseñado como un megayate de exploración, posee algunas instalaciones que le diferencian de un crucero convencional. Es el caso de un beach club con acceso al mar a popa, dotado de marina retráctil para el baño y deportes náuticos; una piscina sinfín con panel de cristal, un night club con vistas submarinas, una flotilla de lanchas de desembarco, un restaurante con ventanales sobre el mar y mesas individuales, o una gran boutique con joyería. Equipado para la navegación polar, sus cruceros de aventura a la Antártida y al Ártico ofrecen asimismo unos itinerarios documentados por especialistas.

Con cerca de 10.000 toneladas de registro, mide 131 metros de eslora, siendo su capacidad menor de 200 turistas, atendidos por una dotación que supera el centenar de tripulantes. Concebido por Stirling Design International, sus interiores se deben a Jean Philippe Nuel. Se da la circunstancia de que, si bien este buque se ha construido en Rumanía, ha sido concluido este año en Noruega por el mismo grupo de astilleros Vard, al precio de 90 millones por el Groupe Artemis, propietario de la naviera Compagnie Du Ponant.

Forma parte de una serie de la nueva Explorer, bautizada con los nombres de célebres exploradores franceses, y son buques que navegan por todo el mundo. Clasificado como un cinco estrellas del mar, unas vacaciones a bordo de una semana de duración ronda los 3.000 euros. El buque zarpó de Sorvik en Noruega el pasado 8 de abril para iniciar su primer crucero el pasado día 15 en Málaga. Tras recalar en Cartagena y pasar cinco horas en Mallorca, zarpó rumbo a Palermo.

Su inauguración oficial se celebrará el próximo día 4 de junio. Entre sus instalaciones más espectaculares destaca el ‘Ojo Azul'. Se trata de un espectáculo submarino multisensorial que permite a los pasajeros descubrir y sentir el mundo submarino a través de dos ojos de buey de aspecto cetáceo, abiertos en el fondo marino, y con proyectores submarinos no intrusivos e hidrófonos, transmitiendo el sonido natural de las profundidades marinas. Como última entrega de una serie de seis buques gemelos (Le Lapérouse y Le Champlain se unieron a la flota en 2018, Le Bougainville y Le Dumont d'Urville en 2019, seguidos de Jacques Cartier y Bellot en 2020 ) combinan una escala humana con diseño y tecnología, vanguardia y respeto al medio ambiente. Como una clara alternativa a los cruceros masificados, ofrecen a los pasajeros una gama cada vez más amplia de destinos no accesibles a los buques más grandes, con el aliciente del descubrimiento y la emoción.