Esta práctica viral, también conocida por algunos como ‘abecedario chino’, goza al parecer de una cierta popularidad en determinados ambientes adolescentes. Se puede considerar iniciática de otras más preocupantes, como la ballena azul, un mal llamado juego que algunas vidas ha costado ya.
En declaraciones a ‘El Comercio’ el director del instituto destacaba hace unos pocos días que su equipo ha optado por la transparencia total con los padres, conscientes que es un problema que preocupa y mucho a las familias. No saben a ciencia cierta cómo se coló el llamado ‘abecedario del diablo’ en el centro, y puede que simplemente alguien viera algunos vídeos sobre el tema en las redes sociales y decidiera copiarlo.
A pesar de que este brote parece controlado, se mantienen vigilantes ante cualquier posible circunstancia que comporte prácticas peligrosas para los estudiantes.
Las familias son un elemento capital para identificar comportamientos sospechosos como los mencionados, y el medio local apunta que de los «165 alumnos de primero de la ESO, que fue el curso en el que se extendió como la pólvora esta práctica lesiva (…) aproximadamente 40 estudiantes del centro llegaron a tener estas marcas, cuatro de ellos más graves».
Según cuenta este medio, algunos niños fueron forzados a participar del 'abecedario del diablo' sin saber bien a qué se exponían.
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