La Vía Verde Manacor-Artá se ha convertido desde hace cuatro años en una excursión perfecta que puede ser realizada en su totalidad o por tramos. | M. À. Cañellas

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La Vía Verde Manacor-Artá utiliza el recorrido del antiguo ferrocarril que comunicaba el extremo este de la Isla y se ha convertido desde hace cuatro años en una excursión perfecta que puede ser realizada en su totalidad o por tramos. Desde 1921 y hasta 1977 el ferrocarril estuvo en funcionamiento y tras unos años de abandono y luchas políticas con el Gobierno para ver si volvía a usarse la línea férrea como tal, se está aprovechando como un trayecto que puede ser disfrutado a pie, en bicicleta y hasta a caballo.

En 1993 nació la Fundación de Ferrocarriles Españoles, que ha reconvertido más de 2.600 kilómetros de infraestructuras ferroviarias en desuso en itinerarios cicloturistas y senderistas en el marco del Programa Vías Verdes Entre Manacor, capital del Llevant, y Artà, el caminante, ciclista (de montaña porque las máquinas de carretera sufren mucho con el terreno de gravilla) o los jinetes se encuentran en el camino con las antiguas estaciones de Sant Llorenç des Cardessar, Son Carrió y Son Servera.

La labor de mantenimiento de los casi 30 kilómetros de recorrido corre a cargo de SFM y a lo largo del mismo se sitúan numerosos paneles explicativos, así como una decena de merenderos para reponer fuerzas.

No se trata de una ruta exigente desde el punto de vista físico, ya que apenas existen cuestas, aunque el terreno, casi todo de gravilla, puede resultar dificultoso por momentos. El antiguo ferrocarril unía los pueblos y no tenía como finalidad ir a la playa, pero en Son Servera conecta con el carril bici que baja hasta las playas de la zona.