No faltaron el chupinazo, el torico, los pañuelos rojos, camisas blancas y un buen ambiente sanferminero con bebidas y monteras. | Miquel Julià

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Los sanfermines adelantados a su calendario habitual, de cartón piedra, siguen gozando de buena salud y, esta vez, por todo lo alto. De nuevo, y por segundo año consecutivo, la Asociación Sa Possessió acogió cerca de 2.000 personas entre clamores y mucho calor. Marcaba la tradición seguir con la estela del Bar España palmesano, que durante años regentó Joseba Salamanca. Organización impecable que no escatimó en logística, redundando en un ambiente festivo, amable y refrescante.

A las 12.00 se inició la fiesta con un chupinazo entre música y barullo, dando paso a los ya clásicos burruños e interactuando con el gentío toros y toreros faranduleros. Entre bailes y brindis dieron paso a los reyes de la fiesta, el dúo Combo Bulla Ecléctic Sound System. La fiesta continuó hasta bien entrada la tarde-noche pontificando una fiesta original donde destacó la parodia y la buena música.