Más de 19 millones de euros se defraudan en estas fechas a través de medios de pago electrónico.

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Más de 19 millones de euros se defraudan en estas fechas a tra vés de medios de pago electrónico. Las estafas de la nueva era aumentan más de un 6 por ciento en este periodo de rebajas por lo que las asociaciones de usuarios advierten a los consumidores que extremen las precauciones durante las compras navideñas en las que se hace un mayor uso de tarjetas de crédito y débito.

Algunos de los fraudes más frecuentes en este tipo de productos y servicios financieros son el «phishing» que consiste en obtener las claves de los usuarios, a través de mensajes falsos y que en 2006 provocó 10 millones de robos de identidad, con un coste de 12.500 millones de euros.

Durante el periodo de rebajas los medios de pago electrónico se convierten en la forma más frecuente de sufragar las compras para muchos consumidores españoles. Por ello existen muchos amigos de lo ajeno que aprovechan estos movimientos bancarios para hacerse con un pequeño sobresueldo que les alivie la cuesta de enero.

En este contexto la Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios ha realizado un llamamiento a los consumidores para que extremen sus precauciones y eviten el fraude con su dinero de plástico.

Además advierte que las entidades bancarias también son responsables en parte del uso fraudulento que se realiza de las tarjetas en las operaciones comerciales.

Por este motivo, la organización incidió en la necesidad de establecer normas que regulen las medidas de seguridad «mínimas exigibles» en los productos y servicios bancarios, sobre todo, en los medios de pago electrónico.

Otro de los métodos más empleados es el «pharming» donde se altera la barra de direcciones del navegador de usuario, provocando que cuando este acceda a un banco o tienda «on line» aparezca en su lugar un página falsa.

Para evitar este tipo de fraude se recomienda memorizar el número secreto y evitar que coincida con referencias fácilmente reconocibles. En caso de pérdida o sustracción, contactar inmediatamente con la entidad bancaria para que proceda a su cancelación, conservar los justificantes de las transacciones y controlar la manipulación que hacen de la tarjeta terceras personas, durante el pago de las compras.