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La consellera Fina Casals 'sorprendió' ayer a tres técnicos de la Direcció General de Biodiversitat del Govern balear que se presentaron de improviso en la planta de Milà sin haber avisado con antelación al Consell insular.

Casals se personó en Milà tras ser advertida de su presencia por los responsables de la instalación y no dudó en acompañarles mientras tomaban fotografías de la zona.

A la conclusión, la consellera de Reserva de la Biosfera no se mostró disgustada por la presencia de los técnicos, sino por «la brutal falta de lealtad institucional» exhibida por la Direcció General de Biodiversitat, de la que depende el comité de la red Natura 2000 que ha informado en contra de la ampliación de Milà. «Es bastante anormal que se presenten sin avisar tres técnicos de otra administración, pues no tenemos nada que ocultar», afirmó.

Fina Casals cree que lo sucedido ayer demuestra el empeño del Govern por politizar el tema. «Es una vergüenza que se haga política de esta cuestión, pues no hay posibilidad real de abrir otra planta diferente», reprendió.

La consellera remitirá hoy por escrito una carta al titular de la Conselleria balear de Medi Ambient, Jaume Font, para invitarle a visitar Milà. Con esta actuación, Casals pretende refrendar el acuerdo adoptado la semana pasada por la junta de gobierno del Consorci de Residus Sòlids Urbans (CRSU), al que pertenecen todos los municipios de Menorca.

Fina Casals insiste en que «no hay un solo motivo técnico que justifique la denegación de la ampliación de Milà. Una zona protegida como LIC no es inamovible si existe una utilidad pública más que evidente». En cualquier caso, la última palabra la tendrá el Govern.