Bill Clinton y el primer ministro canadiense, Paul Martin, sonríen durante la clausura de la cumbre de Montreal.

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La comunidad internacional decidió ayer unir esfuerzos para avanzar en la lucha contra el cambio climático, con unos acuerdos «históricos» que finalmente involucran a Estados Unidos en la iniciativa internacional y que inician el camino a un Protocolo de Kioto 2. Tras dos semanas de negociaciones entre miles de delegados reunidos en la XI Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático, el acuerdo ha sido más difícil de lo esperado, después de que en las últimas horas la delegación rusa empezase a plantear problemas a puntos ya acordados por los restantes países.

El primero se refiere al Protocolo de Kioto, el pacto firmado en 1997 por 156 países -entre los que no se encuentran Estados Unidos y Australia- y que establece que para el 2012, cuarenta naciones industrializadas tienen que reducir sus emisiones de gases causantes del efecto invernadero un 5,2 por ciento por debajo de los niveles alcanzados en 1990. El acuerdo alcanzado en Montreal sobre el artículo 3, párrafo 9, del Protocolo de Kioto establece que los 156 países de Kioto deciden «iniciar un proceso para considerar posteriores compromisos» de los países que ya están obligados a reducir sus emisiones para el 2012.

Cuando todo parecía preparado para que la conferencia finalizase sin mayores problemas, después de que Estados Unidos tuviese que aceptar la propuesta presentada por la Unión Europea (UE), Canadá y Japón, Rusia bloqueó durante más de nueve horas, en la madrugada de Montreal, el acuerdo. Finalmente, el presidente de la conferencia, el ministro de Medio Ambiente canadiense, Stéphane Dion, dio el martillazo con el que se apresuró a sellar los dos principales acuerdos alcanzados en la ciudad canadiense.