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El secretario general del Ministerio de Sanidad, Fernando Lamata, aseguró que la situación provocada por la aparición de más de 1.000 casos de salmonelosis y el fallecimiento de una persona por el consumo de pollos precocinados contaminados «es una crisis ordinaria, una situación convencional o una alerta ordinaria». «Por tanto, no la clasificamos de crisis», dijo. Así, destacó la necesidad de separar situaciones en las que no se conocen las causas de infección en un gran número de personas y donde la sintomatología no está relacionada con el consumo de un producto y este último fenómeno, en el que el producto y la causa de la infección están claras y en el que «se han tomado las medidas adecuadas».

Asimismo, Lamata subrayó que «al ciudadano lo que le importa es que se hayan tomado las medidas adecuadas», y destacó que la aplicación de las mismas ha procedido tanto de las Comunidades Autónomas como de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria.

En relación a las críticas de la ex ministra de Sanidad, Ana Pastor, sobre la decisión del Ministerio de no considerar este caso como una crisis alimentaria, Lamata consideró que el PP realiza acusaciones «poco ajustadas a la realidad».

En su opinión, «las medidas que, según el PP, había que tomar, las tomaron las Comunidades Autónomas en primera instancia cuando detectaron las causas, comunicándolo al Ministerio».