Policías provistos de mascarillas acordonan la estación de ferrocaliles de Cáceres.

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EFE-MÉRIDA
El escape de un producto químico altamente tóxico de un vagón de transporte de mercancías peligrosas obligó ayer por la mañana a desalojar la estación de ferrocarril de Cáceres y a acordonar la zona, así como a suspender la circulación ferroviaria con origen y destino en la ciudad, aunque la situación está controlada en la actualidad.

La consejera, que señaló que se ha establecido un perímetro de intervención de 500 metros, indicó que el contenedor de cloruro de metileno que transportaba el vagón pertenece a la empresa «Intercontainer» de Portugal y tenía como destino el País Vasco.

Se trata de un «escape mínimo» de cloruro metileno, un líquido volátil corrosivo y no inflamable, pero «altamente peligroso», lo que ha obligado a establecer medidas de intervención y prevención sanitaria, según explicó la consejera de Presidencia, Casilda Gutiérrez.

Gutiérrez aseguró que la situación se encuentra «absolutamente controlada» y que «se ha actuado a tiempo», por lo que lanzó un mensaje de tranquilidad a los ciudadanos de Cáceres.

En el mismo sentido se pronunció la delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira, al señalar que el escape de cloruro de metileno es un goteo pequeño y continuo, por lo que «el producto que estaba en el exterior es mínimo».

Aseguró que se han adoptado todas las medidas necesarias para evitar repercusiones sobre la población y agregó que, si bien podría afectar a los trabajadores que están actuando para limpiar la zona, al estar provistos de mascarillas, no hay riesgos para su salud.

El escape fue detectado por los trabajadores de Renfe de Cáceres, quienes alrededor de las nueve y media de la mañana avisaron al Centro de Urgencias y Emergencias 112 de Extremadura.

Inmediatamente fueron alertados los efectivos implicados en el Plan Emergencias de Transporte de Mercancías Peligrosas, que desalojaron la estación y establecieron el cordón de seguridad.

Desde la Delegación del Gobierno en Extremadura se está tratando de contactar con la empresa portuguesa propietaria del contenedor para que asuma responsabilidades.