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EFE-CABO CAÑAVERAL
La misión, que ha creado gran expectación en círculos científicos, fue lanzada a las 13.47 hora local (18.47 GMT) desde la estación de la Fuerza Aérea en Cabo Cañaveral (Florida).

La espectacular colisión, comparada con la detonación de 4,5 toneladas de dinamita, está programada para el próximo 4 de julio, fecha en que EE UU celebra su independencia.

El lanzamiento tuvo lugar sin problemas y el cohete Delta II que lleva a bordo la nave nodriza -que a su vez alberga un vehículo-proyectil- salió de la atmósfera terrestre en pocos minutos.

El viaje sin retorno de 431 millones de kilómetros tiene como objetivo lanzar una especie de vehículo-proyectil que esencialmente será «arrollado» por el cometa Tempel 1 a una velocidad de 37.000 kilómetros por hora.

De los numerosos cometas que pululan en el Sistema Solar, en la diana de la misión «Deep Impact» está el cometa Tempel 1, descubierto por azar en 1867 por el francés Ernst Leberecht Tempel.

El cometa entra en el Sistema Solar cada cinco años y medio, y los científicos quisieron lanzar la misión «Deep Impact» para que que seis meses más tarde se encuentre con el cometa.

Una vez que llegue a su destino, la nave nodriza soltará una especie de vehículo-proyectil que creará un enorme cráter en la superficie del cometa Tempel 1.

Por ahora, los científicos desconocen exactamente lo que ocurrirá en el momento de impacto y el tipo y tamaño de cráter que se formará.

Al chocar con el cometa, el vehículo-proyectil se desintegrará por completo, al igual que todo lo que lleve en su interior.

La colisión será vigilada, paso a paso, por cámaras montadas en la nave nodriza, varios telescopios espaciales como el Hubble y el Spitzer e instrumentos especiales en Mauna Kea (Hawai).

Los científicos esperan que la misión, que ha costado entre 325 y 350 millones de dólares, contribuya a esclarecer interrogantes no sólo sobre la composición química del cometa Tempel 1 sino también sobre el papel de los cometas en el origen del Sistema Solar.