Juan Pablo II, en el «papamóvil», antes de pronunciar su discurso. Foto: EFE

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EFE-EL VATICANO
El Papa expresó ayer su temor de que los numerosos focos de tensión en el mundo degeneren en conflictos abiertos y por ello imploró que cesen todas las formas de violencia y que se aliente el diálogo y la reconciliación, «ya que por todas partes se ve la necesidad de paz». Juan Pablo II aseguró que la única manera de construir la paz es «huir horrorizados del mal».

«Ante el pesebre donde yace indefenso Jesús: ¡Que cesen tantas formas de creciente violencia, causa de indecibles sufrimientos!, ¡que se apaguen tantos focos de tensión que corren el riesgo de degenerar en conflictos abiertos!, ¡que se consolide la voluntad de buscar soluciones pacíficas, respetuosas de las legítimas aspiraciones de los hombres y de los pueblos!», imploró el Papa.

El Pontífice hizo estas manifestaciones en su tradicional mensaje de Navidad, en el que también dijo que sigue con «aprensión» los acontecimientos en Irak, en la Tierra Santa y Àfrica. El Mensaje de Navidad ha sido el más corto de los pronunciados en sus 26 años de Pontificado. Se optó por la brevedad para evitarle esfuerzos, debido a sus dificultades para hablar.

El anciano Pontífice, de 84 años, pidió al Niño de Belén que aliente las iniciativas de diálogo y de reconciliación, y que apoye los esfuerzos de paz «que aunque tímidos, pero llenos de esperanza, se están haciendo actualmente para un presente y futuro más sereno».