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El secretario y portavoz de la Conferencia Episcopal Española, Juan Antonio Martínez Camino, aseveró ayer que desde los poderes públicos no «se dice toda la verdad» sobre la seguridad del preservativo para evitar el contagio del sida, y aseguró que sólo la fidelidad garantiza un sexo seguro.

Martínez Camino hizo estas declaraciones durante una rueda de prensa para informar sobre la Asamblea Plenaria de los obispos, que concluyó sus trabajos el pasado viernes, y al ser preguntado por la campaña para fomentar el uso del preservativo que presentó ayer la ministra de Sanidad.

El portavoz de los obispos dijo que no está probado científicamente que el uso del preservativo impida el contagio de la enfermedad, tachó de irresponsabilidad a quienes «ponen en las manos» de un menor un condón diciéndole que es la manera de practicar el sexo seguro, y, aunque aceptó tras varias preguntas la teoría del «menor mal posible» para evitar riesgos, recalcó que «el preservativo no es igual a sexo seguro, sino menos inseguro».

Camino, en respuesta a varias preguntas que se le hicieron sobre esta cuestión, manifestó que existe un alto número de contagios de sida con el uso del preservativo; que los científicos no se ponen de acuerdo sobre los fallos, en un porcentaje que va del cuatro al quince por ciento, del condón en su prevención, y que la Iglesia ofrece la «antropología cristiana» como solución a estos problemas «vinculados a la promiscuidad sexual».

Hay estadísticas, precisó, que demuestran que la incitación a la promiscuidad, mediante campañas que hablan de sexo seguro con el uso del preservativo, aumentan los contagios, cuando el sexo seguro solo se logra «en la fidelidad y en el ejercicio responsable de la sexualidad integrada en las relaciones personales no mutiladas», sin olvidar el problema grave de las relaciones humanas y de las bases de la sociedad como son el matrimonio y la familia.