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EFE - MADRID/VITORIA
La comitiva de la boda real entre el príncipe de Asturias y su prometida, doña Letizia Ortiz, recordará a las víctimas de los atentados del 11 de marzo en el denominado «Bosque de los ausentes», que instalará el Ayuntamiento de Madrid en la glorieta de Atocha.

Por otra parte, el consejero de Justicia y Empleo del Gobierno vasco, Joseba Azkarraga, criticó que la boda entre el príncipe Felipe y Letizia Ortiz se celebre en Madrid dos meses después de los atentados del 11 de marzo y reclamó una «mayor sensibilidad».

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, informó ayer de que este «bosque», que verán en su recorrido los novios aunque, en principio, no está previsto que se detengan, estará formado por 192 árboles, uno en memoria de cada una de las víctimas mortales de los atentados.

Serán cipreses y olivos que estarán plantados en grandes maceteros, como los que albergan los árboles que adornan desde hace años la Puerta del Sol de la capital, que serán colocados en el centro de la glorieta, alrededor de la fuente, según explicó Gallardón.

Los árboles ya han sido seleccionados en los viveros municipales, a los que regresarán una vez finalizadas las celebraciones del enlace real.

Según el alcalde, también en memoria de los fallecidos el 11 de marzo, la glorieta de Atocha no estará decorada como el resto de la ciudad.

El consejero vasco y dirigente de Eusko Alkartasuna también consideró «muy preocupante» que el Ayuntamiento de Madrid gaste «quinientos millones de pesetas del dinero de los ciudadanos en engalanar las calles», aunque le «parece muy bien» que una pareja, «sean quienes sean», se case y sea feliz.