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El 21 por ciento de los consumidores adquieren de forma voluntaria productos falsificados, mientras que un 20 por ciento se decantan por las imitaciones, según datos ofrecidos por la Asociación Nacional para la Defensa de la Marca (Andema) de las Cámaras de Comercio.

Ante estas cifras, las Cámaras pidieron ayer en un comunicado a los consumidores que rechacen la compra de este tipo de productos, ya que vulneran los derechos tanto de los usuarios como de los propietarios legítimos de las marcas.

En este sentido, indicaron que la venta ambulante ilegal es una fuente de «graves» problemas para la sociedad española y conlleva «importantes» perjuicios a la industria, por lo que los consumidores quedan desprotegidos para ejercer cualquier tipo de reclamación sobre la calidad del producto.

Según el estudio, los sectores más afectados por las falsificaciones e imitaciones son los de textil, materiales industriales, alimentación, bebidas, así como los de marroquinería, relojes, calzado, cosmética o limpieza.

Asimismo, indica que el 42 por ciento de los consumidores que compra productos falsificados lo hace a través de la venta callejera ilegal, mientras que el 33 por ciento en mercadillos ambulantes autorizados, y el 18 por ciento en comercios especializados.

No obstante, los empresarios consideran que la venta de este tipo de artículos fraudulentos se produce en un 57 por ciento de los casos en establecimientos especializados.