El ex presidente de Sudáfrica Nelson Mandela y su esposa, Graca Machel, saludan durante el concierto contra el sida celebrado el sábado en Ciudad del Cabo.

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«Vive y deja vivir» es el lema propuesto por Naciones Unidas para la celebración, hoy, del Día Mundial de la Lucha contra el Sida 2003, con un objetivo principal: la lucha contra el estigma y la discriminación que sufren los enfermos de sida en todo el planeta y que, además, es el principal obstáculo para las políticas de prevención y de tratamiento.

«Debemos seguir hablando abiertamente sobre el sida. No se lograrán progresos siendo tímidos, rechazando hacer frente a hechos desagradables o prejuzgando a nuestros congéneres, mucho menos estigmatizando a la gente que vive con VIH/sida», declaró el secretario general de la ONU, Kofi Annan, en un mensaje difundido con motivo de la celebración.

«Que nadie piense que podemos protegernos construyendo barreras entre 'nosotros' y 'ellos'. En el mundo despiadado del sida, no hay nosotros ni ellos. Y en ese mundo, el silencio es la muerte. Uniros a mí para derrumbar los muros del silencio, el estigma y la discriminación que rodean la epidemia», añadió.

Un total de 45 millones de personas están afectadas por el VIH en todo el mundo, de las que alrededor de cinco millones se contagiaron en 2002. Además, un 95% de los enfermos vive en los países en desarrollo, según las cifras del Fondo Global para la lucha contra el sida, la malaria y la tuberculosis, creado en 2001 por la ONU para concentrar los esfuerzos contra la enfermedad.