El Rey y Fraga durante su visita a Muxia, una de las zonas más afectadas por el vertido.

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AGENCIAS-A CORUÑA
El Rey don Juan Carlos pidió ayer «la ayuda de todos» para superar la catástrofe provocada por el «Prestige» y «menos fotos demagógicas«, en su primera visita a las playas gallegas afectadas por el derrame del petrolero liberiano.

El Rey prometió a los pescadores gallegos que intervendrá ante el Gobierno para que sus demandas sean atendidas. El monarca visitó las localidades de Muxía y Laxe, dos de las más afectadas por el vertido, para conocer de primera mano las consecuencias de la marea negra. Los habitantes de las localidades coruñesas recibieron al Rey con vítores y, posteriormente, le expusieron sus quejas. El vicepresidente del Gobierno, Mariano Rajoy y el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, acompañaron al monarca en su recorrido por la zona.

El buen tiempo permitió que el helicóptero en el que viajaba el monarca y las autoridades del Gobierno sobrevolaran la Costa da Morte para poder comprobar el impacto del vertido y la situación de la marea negra. Ya en tierra la comitiva se dirigió en primer lugar a Muxía y luego a Laxe, donde los vecinos recibieron al Rey con vítores, mientras abuchearon a representantes de la Xunta.

Tras afirmar que había que conseguir el apoyo de todos y «hacerse menos fotos demagógicas», en el Paseo Marítimo de Coido el Rey Don Juna Carlos transmitió su «admiración» al casi medio centenar de voluntarios que trabajaba hoy en la limpieza de la arena y las rocas de la playa y que apenas interrumpieron su labor para charlar con él. Según explicaron estos trabajadores, Don Juan Carlos les aseguró que intentaría «canalizar» sus peticiones de «más medios logísticos y cooperación».