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Las lluvias caídas en la Comunidad Valenciana, récord de precipitaciones del mes de julio, han causado problemas de escasa entidad en infraestructuras y, en general, han sido beneficiosas para la agricultura.

El episodio de «chubascos tormentosos fuertes o muy fuertes», ya finalizado, según el Centro Meteorológico, ha ocasionado inundaciones de viviendas, plantas bajas y sótanos, el hundimiento de un sótano y el corte de carreteras secundarias, así como el bloqueo de una decena de personas en coches aislados por el agua, pero no ha causado daños personales.

La Generalitat mantenía a primera hora de la tarde de ayer la situación de Preemergencia para toda la Comunidad Valenciana por lluvias intensas con posibilidad de granizo, si bien la situación tendía a remitir en la provincia de Valencia a medida que la inestabilidad se desplazaba hacia la de Alicante.

Las lluvias han alcanzado en Valencia los 128'7 litros por metro cuadrado y han dejado cantidades de 58 litros desde la pasada medianoche, lo que supone un récord de precipitaciones en los últimos 41 años, según fuentes del Centro Meteorológico.

En Castellón se han registrado 14'3 litros por metro cuadrado, mientras que en esta provincia se han medido 68'8 litros en El Toro y 64'4 litros en Montanejos.

En cuanto a la agricultura, han sido «muy beneficiosas» para los campos valencianos, especialmente cítricos, almendros y olivos, aunque la piedra caída en la comarca de Los Serranos ha causado daños en cereales y viñas.