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EFE-CIUDAD DEL VATICANO Juan Pablo II es partidario de que los sacerdotes pederastas sean expulsados del sacerdocio y reducidos al estado laical, afirmó ayer el cardenal de Washington, Theodore McCarrick, que participa en la reunión de purpurados de EE UU para buscar salidas a los escándalos sexuales en su país. McCarrick, que habló con la prensa poco antes de que se reanudara, a puerta cerrada, la última sesión de este encuentro, manifestó que la línea que se perfila para atajar los casos de curas pederastas es la de «una equivocación y estás expulsado».

El cardenal precisó que, de todos modos, antes de tomar una decisión tan tajante se estudiaría caso por caso «y se escucharía más a los laicos». Según el cardenal de Washington, todos los asistentes a la reunión de dos días en el Vaticano (13 cardenales de EE UU, siete de la Curia Romana y cuatro arzobispos) se mostraron a favor de no permitir ni un caso más («tolerancia cero») y de estar más cerca de las familias. McCarrick señaló que siguen teniendo vigor los cinco puntos de la Conferencia Episcopal de EE UU en 1992: investigar rápidamente las acusaciones, separar inmediatamente de sus tareas al cura implicado, informar y cooperar con las autoridades civiles, ayudar a las víctimas y a sus familiares y tratar el caso con la comunidad.

El Vaticano informará a última hora de la tarde de hoy de los resultados de este encuentro requerido por el Papa, muy preocupado por los numerosos escándalos sexuales y de pederastia en los que están implicados curas y obispos de EE UU, Polonia, Irlanda, Alemania, Gran Bretaña y México, entre otros.

Mientras los cardenales estadounidenses buscan una solución a los escándalos de abuso sexual, muchos turistas que visitan El Vaticano no dudaban el miércoles sobre lo que debe hacer la Iglesia Católica: poner fin al celibato y mandar a la cárcel a los depredadores. «Eso de la pederastia es horrendo. ¿Por qué hacen eso algunos sacerdotes? Todo estaría mejor si los sacerdotes tuvieran amigas, me gustaría que los cardenales también tuvieran amigas», dijo Maria Derkx, una católica holandesa de 79 años. «Yo sé perfectamente lo que deben hacer con los sacerdotes pederastas. Expulsarlos del seno de la Iglesia y meterlos en la cárcel. Y ahí, en la cárcel, sabrán qué hacer con ellos», dijo el turista italiano de 32 años, Marco Viscusi.