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El denominado 'síndrome de la clase turista', o lo que es lo mismo, episodios de trombosis derivados de permanecer largo tiempo sentado y con escasa movilidad durante largos viajes de avión, puede desarrollar en casos extremos, una embolia pulmonar, según un estudio inédito realizado por un equipo de expertos del Hospital Ramón y Cajal sobre pasajeros procedentes del aeropuerto madrileño de Barajas. Este estudio, presentado ayer en el VII Congreso de la Sociedad Madrileña de Neumología y Cirugía Torácica, ha sido realizado durante seis años sobre una muestra de 76 millones de pasajeros, según datos de este aeropuerto.

En ese período 16 pacientes fueron atendidos en este hospital acusando episodios de embolia pulmonar, después de un viaje de larga duración. Esto sólo supone una proporción de 1'65 pacientes por cada millón de pasajeros, si bien el jefe Clínico de este centro, Esteban Pérez, asegura que es «la punta del iceberg». «Nosotros hemos tratado a los pacientes que han desarrollado síntomas, pero muchos no se detectan porque son asintomáticos, o padecen el episodio días después del viaje en avión», destacó.

Según los últimos datos publicados en distinas revistas científicas como «New England Journal of Medicine» y «The Lancet», en torno al 19 por ciento de los pasajeros que viajan en vuelos de más de 8 horas de duración desarrollan este síndrome, caracterizado por el desarrollo de problemas de circulación y trombos, que se traducen en hinchazón de piernas, calor y dolores que en los peores casos pueden producir la muerte por complicación.

En el caso del estudio español, se ha comprobado que estos trombos pueden desplazarse al pulmón provocando embolismo pulmonar. Los síntomas de esta patología son la disnea (sensación de falta de aire) y dolor torácico. Otras de las cuestiones expuestas en el estudio realizado por este equipo de expertos es la incidencia directamente proporcional de esta enfermedad con la duración del vuelo y el momento en el que ocurre el accidente embólico, que en la mayoría de los casos coincide con el descenso del avión.

El neumólogo jefe del Ramón y Cajal explicó que los factores de reisgo son la edad avanzada, la obesidad, las varices o el padecer enfermedades relacionadas con la trombosis. Como medida de precaución para evitar estos episidios, los expertos recomiendan evitar la inmovilidad, dando paseos, así como ingesta abundante de agua y abstenerse del alcohol.