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Seattle (EEUU). EFE.
Microsoft ha visto las orejas del lobo y ha decidido desvincular el explorador de internet de sus sistemas operativos para minimizar al máximo cualquier futura amenaza legal que ponga en peligro el lanzamiento de Windows XP. El anuncio ha tardado en llegar desde que el Tribunal Federal de Apelaciones emitió el pasado 28 de junio su sentencia anulando la división en dos de Microsoft -tal y como había decidido el juez Thomas Penfield Jackson- pero en la que se reconocían las prácticas monopolísticas de la empresa de Bill Gates. Los cerebros de Microsoft y su ejército de asesores legales han rumiado, sopesado y digerido el auto, y se han decidido por cortar por lo sano antes de que los futuros productos del gigante informático estén en peligro por nuevas acciones legales. «Los fabricantes de ordenadores tendrán la opción de retirar del menú de Inicio vínculos e iconos que proporcionan al usuario final el acceso a los componentes del Explorador de internet del sistema operativo», anuncio el director ejecutivo de Microsfot, Steve Ballmer. En un futuro próximo, de cumplirse la promesa de Microsoft, los usuarios podrán retirar de forma definitiva y sencilla en cualquier versión de Windows -95, 98, 2000 y Millenium- el programa Explorador de internet, algo que hasta ahora era imposible y que había sido la principal razón de la demanda monopolística contra Microsoft. Lo que es igualmente importante es que Microsoft permitirá a los fabricantes de ordenadores configurar el aspecto de Windows, a través del Escritorio, como ellos deseen, rompiendo la práctica de contratos draconianos que hasta ahora había impuesto la empresa.