La socialista Isabel Pozuelo calificó de ridícula la propuesta de la ministra de Sanidad.

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Coincidiendo con el Día sin Tabaco, el Comité de Expertos para una Vida sin Tabaco, creado para fomentar el abandono del consumo de esta sustancia en España, ha solicitado a la Administración que proteja a los fumadores pasivos. La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) en un comunicado titulado «El fumador pasivo», señala que trabajar en un medio laboral durante cuatro horas con aire contaminado por humo de tabaco supone que las cantidades de nicotina en orina y saliva de los no fumadores sean similares a las detectadas en los fumadores activos de formas «lights», y ha puesto en marcha una campaña bajo el lema «¿Te molesta?».

La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica señala que se ha fijado como meta hacer respetar la actual normativa sobre consumo de tabaco en centros sanitarios -restringido a lugares muy acotados- como paso previo para conseguir en el inmediato futuro el ideal de que los hospitales españoles sean recintos totalmente libres de humo. La defensa de la salud de los fumadores pasivos, que sufren el humo de los que sí fuman, fue el eje de los mensajes lanzados desde instituciones, asociaciones antitabaco y comités de expertos en el Día Mundial sin Tabaco. El miércoles, Sanidad y Consumo explicó que trabaja en una normativa para garantizar el derecho de los no fumadores a no respirar humo de tabaco en los centros laborales, anunció la directora general de Salud Pública, Dolores Flores.

De otra parte, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, aseguró ayer que se estudiará la posibilidad de que el tabaco deje de ser uno de los productos utilizados para el cálculo del IPC, mientras el director general de la Oficina de Estadística de la UE (Eurostat), Yves Franchet, lo consideró problemático. Estas declaraciones se produjeron ayer, después de que el miércoles la ministra de Sanidad y Consumo, Celia Villalobos, anunciara que propondrá en la reunión del Consejo de Ministros de la UE, que se celebrará el próximo martes, que el tabaco no repercuta en el IPC armonizado para que los estados miembros tengan «libertad» para subir su precio, desatando la polémica.

Desde el PSOE, la secretaria de Consumidores y Usuarios, Isabel Pozuelo, calificó de «ridícula» la propuesta de Villalobos y dijo que es «una medida inútil e irrealizable y que no tendrá consecuencias directas sobre el consumo». Montoro aseguró que la posibilidad de que el tabaco deje de ser uno de los productos utilizados para el cálculo del IPC «es una línea que podemos y debemos estudiar».