La vida política de Adolfo Suárez se frenó cuando en 1994 supo que su esposa tenía cáncer.

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Amparo Illana Elortegui, esposa del ex presidente del Gobierno Adolfo Suárez, murió ayer en su domicilio, en la madrileña urbanización de La Florida, pocos minutos antes de las 15.00 horas. Estaba aquejada de un cáncer de mama que le detectaron en 1994. Hoy se trasladará su cuerpo a Àvila, donde recibirá sepultura y donde también se celebrará un funeral por su alma. Los cinco hijos del matrimonio (María Amparo, Adolfo, Laura, Sonsoles y Javier), así como el propio ex presidente del Gobierno estaban en el domicilio familiar, en Madrid, con Amparo Illana en el momento de su muerte, a los 66 años de edad, que se produjo en torno a las 14.55 horas de ayer.

La esposa del ex presidente del Gobierno ha puesto fin a una larga lucha contra el cáncer. En 1994 le diagnosticaron esta enfermedad. El 13 de septiembre de ese mismo año fue operada por vez primera en la Clínica Universitaria de Navarra de cáncer de mama. Cuatro años más tarde, en 1998, volvió a pasar por el quirófano en la misma clínica para realizarle un trasplante de células periféricas, una alternativa al de médula. Después de ello, se instaló con su esposo en Mallorca.

Se da la circunstancia de que una de sus hijas, Marián, también desarrolló la misma enfermedad, y la superó a pesar de las pocas esperanzas que le dieron los médicos encargados de su atención. Mariam Suárez tenía 29 años y se encontraba embarazada, cuando le fue diagnosticado un cáncer de mama que luego se extendió al hígado, pulmón y cerebro. Más tarde, escribió un libro titulado 'Diagnóstico cáncer' que narraba su experiencia en la lucha contra este mal.

Nacida en Madrid, aunque de ascendencia vasca, Amparo Illana conoció a Adolfo Suárez, con el que se casó el 15 de julio de 1961 en Avila, ciudad en la que será enterrada hoy a las 18.00 horas. En esta ciudad también se celebrará una misa por su alma que, por deseo de la familia, se celebrará en la más estricta intimidad. Amparo Illana, aunque murió en Madrid, también pasó parte de sus últimos años en Mallorca y en una clínica alicantina.