Por toda Europa se están extremando las medidas para frenar la fiebre aftosa.

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El Ejército británico prepara una gigantesca fosa para enterrar el ganado sacrificado por la epidemia de fiebre aftosa, mientras aumentan las presiones para que el Gobierno laborista aplace las elecciones, previstas para mayo. La epidemia continúa avanzando y los focos de infección ascienden ya a 573 en todo el Reino Unido, con dieciocho nuevos casos detectados ayer y 45 el sábado, según el ministerio británico de Agricultura, Pesca y Alimentación.

En la enorme fosa, excavada cerca de una base aérea militar en la región de Cumbria (norte de Inglaterra) tendrá capacidad para hasta medio millón de animales sacrificados. Los cadáveres de los animales muertos empezaron a llegar ayer mismo al lugar designado en Cumbria, a donde también serán transportadas las reses vivas para ser sacrificadas e incineradas allí.

Cumbria es una de las regiones más afectadas por la epidemia de fiebre aftosa, junto con los condados vecinos de Northumberland y el de Dumfries and Galloway, en Escocia, y Devon, en el sur de Inglaterra.

El oficial del Ejército Alex Birtwhistle explicó que esta operación no se llevó a cabo antes debido a la resistencia de los ganaderos a un sacrificio masivo del ganado. La elección del lugar para la fosa ha sido aprobada por la Agencia para el Medio Ambiente, tras evaluar las posibles consecuencias en las aguas subterráneas. La directora de operaciones del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Jane Brown, destacó que se trata «de un trabajo de gran envergadura y es por eso que necesitamos el Ejército, que es experto en logística».