Las consecuencias del mal de las «vacas locas» no son sólo sanitarias.

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El vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, pidió ayer a la oposición que «arrime el hombro» para acabar con la crisis de las 'vacas locas', porque ésa es una cuestión «con la que no se puede jugar». Por su parte, COAG exigió el etiquetado de los piensos para evitar la «injusta campaña» que se está haciendo culpando a los ganaderos, «que no son científicos», de su uso indebido.

Rajoy, que estuvo presente en el acto de proclamación de Manuel Fraga como candidato del PP a la Xunta de Galicia en las elecciones que se celebrarán en octubre, pidió la ayuda de la oposición para hacer frente a la crisis de las 'vacas locas', aunque lo hizo teniendo más presente al BNG y a la situacyón de Galicia que al PSOE y a los efectos de la crisis a nivel nacional.

Así, Rajoy aseguró que la oposición «debe también arrimar el hombro» para solucionar un asunto «con el que no se puede jugar», y criticó al BNG por haberlo utilizado como uno de los motivos de la moción de censura que perdió la formación nacionalista esta misma semana. Por ello, aseguró que el portavoz de la formación nacionalista perdió una buena oportunidad de estar callado y felicitó al Gobierno de la Xunta por la labor que realizada ante esta crisis.

Mientras tanto, se siguen sucediendo las iniciativas para atajar el problema. El secretario general de COAG, Lucio Monteagudo, exigió el etiquetado de los piensos, ya que en la actualidad es «imposible saber la mezcla de los piensos». En este sentido, criticó la «campaña que se está haciendo culpando a los ganaderos de la crisis», ya que éstos «no son científicos».

Además, aunque «no es la mejor medida, medioambientalmente hablando», defendió el enterramiento de las reses. «Lógicamente, algo habrá que hacer para retirarlas de donde están», dijo, a pesar de lo cual se mostró partidario de aumentar el número de incineradoras. «Cualquier medida que se tome para quitar de en medio los materiales específicos de riesgo es buena», dijo, aunque destacó que en algunos de los enterramientos «no se llevaron a cabo las medidas que tomó el Ministerio de Agricultura».