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Los Reyes presidieron ayer tarde la ceremonia del bautizo de Pablo Nicolás Sebastián, en la que también estuvo presente el resto de la Familia Real, el príncipe de Asturias; la infanta Elena y su esposo, Jaime de Marichalar, acompañados de sus hijos, Felipe Juan y Victoria Federica y los padres de Pablo Nicolás Sebastían, junto a su primogénito, Juan Valentín.

Aunque en principio el segundo hijo de los duques de Palma iba a recibir los nombres de Pablo, por su bisabuelo materno, Nicolás por el Santo del día en que nació, y de Todos los Santos, como es tradicional en la Familia Real, se le ha impuesto también el de Sebastián, patrono de Palma de Mallorca y cuya onomástica se celebraba ayer.

El acristianamiento se celebró en la pila bautismal del Palacio Real, de principios del siglo XIX, en la que anteriormente recibieron el sacramento los hijos de la infanta Elena, Felipe Juan y Victoria Federica, y el primer hijo de los duques de Palma, Juan Valentín. Se empleó la concha bautismal, en plata sobredorada, procedente de la Capilla Real del mismo Palacio.

El príncipe Kubrat de Bulgaria y la princesa Alexía de Grecia fueron los padrinos de Pablo Nicolás, séptimo en la línea de sucesión a la Corona de España, que nació el pasado 6 de diciembre en Barcelona, ciudad en la que también vino al mundo su hermano, Juan Valentín. Los padrinos se encargaron de las lecturas litúrgicas de la misa y el bautismo, celebrados en el salón recibidor de la residencia de los Reyes.

El cuarto nieto de los Reyes, vestido con el traje de cristianar que fue utilizado anteriormente para el bautismo de Juan Carlos y todos sus descendientes, recibió agua del río Jordán, siguiendo una tradición de la Familia Real española.