El conselleiro de Agricultura del Gobierno gallego, Cástor Gago,
presentó anoche su dimisión en una reunión improvisada del
Ejecutivo autonómico. El presidente de la Xunta admitió la dimisión
de Gago, al entender que es «la mejor manera de salir del pequeño
atolladero», creado tras el entierro masivo de vacas en el
ayuntamiento coruñés de Mesía.
Precisamente, el Grupo del Bloque Nacionalista Galego (BNG) en
el Parlamento gallego presentó ayer una moción de censura contra el
presidente de la Xunta, Manuel Fraga, debido, según dijo el
portavoz de esta formación, Xosé Manuel Beiras, a la situación de
«excepción» en que vive la comunidad autónoma.
Beiras aseguró que, con esta iniciativa, el BNG pretende exigir
«responsabilidades políticas» al Gobierno de Fraga, por la
situación de «excepción» que atraviesa la comunidad. A su juicio,
la gota que ha colmado el vaso es el caso de las 'vacas locas', en
el que el propio Fraga ha admitido que la Xunta vulneró la ley.
«¿No es esto censurable?», se preguntó.
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