Miguel Arias Cañete, poco después de explicar la aparición de los tres nuevos casos de «vacas locas».

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El Laboratorio de Referencia de Zaragoza confirmó ayer la existencia de tres nuevos casos de «vacas locas» en España, dos en León y uno más en Lugo, con lo que el número de reses afectadas de la encefalopatía espongiforme bovina asciende a cinco en todo el territorio nacional. Al mismo tiempo, los responsables de Agricultura y el director del Laboratorio descartaron que se trate de una epidemia y destacaron la «eficacia de los controles».

Los tres nuevos animales con EEB, que son hembras, pertenecían a explotaciones de los ayuntamientos de Crémenes y Algadefe (León) y al de Guitiriz (Lugo). El animal que pertenecía a Crémenes nació el 1 de enero de 1994 en una explotación de 16 vacas, mientras que el de Algadefe nació el 1 de diciembre de 1995 en una granja de 173 cabezas y el de Guitiriz, nacido el 30 de diciembre de 1994, compartía las instalaciones con 41 bovinos más y dos ovejas.

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Miguel Arias Cañete, aseguró ayer que la carne de estos animales «se ha apartado de la cadena alimentaria» e informó de que los cadáveres de estas reses han sido incinerados y subrayó que por ello «no constituyen ningún riesgo para la salud de los españoles» y garantizó que la carne que se consume en este país «tiene todas las garantías».

El ministro admitió que pueden producirse «casos aislados» de la enfermedad pero descartó que se vaya a producir una epizootia similar a la registrada en otros países europeos gracias al plan para la erradicación coordinado con todas las comunidades a excepción de Extremadura, Castilla-La Mancha, Andalucía y Asturias.