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EFE - LUANDA Quinientos niños mueren cada día en Angola debido, de forma directa o indirecta, a la guerra que azota el país desde hace 25 años, ha alertado el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). «Los niños angoleños están muriendo a un ritmo de veinte por hora o uno cada tres minutos», afirmó ayer en Luanda el representante de Unicef para Angola, Sergio Guimaraes, quien advirtió de que «esta situación angustiante necesita una respuesta urgente» de la comunidad internacional.

Guimaraes reveló estos preocupantes datos durante la inauguración de la reunión anual del programa de cooperación entre Unicef y el Gobierno angoleño. «Ante esta trágica situación que afecta a la mayoría de los niños angoleños, es evidente que no se puede perder más tiempo», dijo Guimaraes, quien subrayó que el 45 por ciento de la población angoleña está compuesta por menores de 25 años.

En su intervención, el representante de Unicef recordó a algunos de los niños que conoció durante sus recientes viajes a zonas del interior del país, quienes, «probablemente, puedan convertirse muy pronto en nuevas víctimas del conflicto civil». Así, rememoró «la sonrisa forzada de Joanina, de 4 años», que conoció en la sureña provincia de Kuando Kubango; «la cara triste de Olga, de tres años», en la provincia oriental de Moxico, y «la mirada sin brillo de Elias, de dos años», que encontró en la norteña región de Uige.

«Debemos ser conscientes de que, cuando hayamos completado esta reunión de dos días, casi mil angoleños menores de cinco años habrán muerto», puntualizó el funcionario de la ONU. Angola, afectada por una guerra civil desde 1975, tras la independencia de Portugal, recibirá en el año 2001 cerca de 19 millones de dólares, destinados por Unicef a financiar algunos programas básicos de salud y nutrición infantil. En estos momentos existen unas 100.000 personas inválidas y más de huérfanos a 80.000 niños en la zona.