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La muerte de una joven galesa por una trombosis tras un largo viaje en avión desde Australia ha hecho público el llamado «síndrome de la clase turista». Deportista y saludable, Emma Christoffersen, de 28 años, se desmayó nada más entrar en la terminal del aeropuerto londinense de Heathrow tras un vuelo de veinte horas desde Australia.

La joven, oriunda de la localidad galesa de Underwood, murió antes de ingresar en un hospital cercano, donde los médicos revelaron que falleció de una trombosis pulmonar provocada por permanecer sentada en el avión durante largos períodos de tiempo. El incidente, que ocurrió hace diez días, fue revelado ayer lunes por la misma familia de Christoffersen.

Según comentaron médicos británicos, la falta de circulación en la sangre puede causar un coágulo, generalmente en una vena en las piernas, que después puede alojarse en los pulmones o el corazón y causar la muerte de forma inmediata. Se cree que Christoffersen es la víctima más joven del llamado «síndrome de la clase turistas», llamado así porque los asientos de esta sección cuentan con poco espacio entre unos y otros y los pasajeros suelen permanecer sentados largas horas sin estrechar las piernas para mejorar la circulación de la sangre.

Ruth Christoffersen, madre de la joven, admitió ayer que no conocía el problema y pidió a las compañías aéreas que hagan más esfuerzos para advertir a los pasajeros de los problemas de permanecer sentados durante muchas horas.