Los inmigrantes se han concentrado en una especie de campo de refugiados.

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Sergio David Vargas, de 19 años, fue atacado por un grupo de inmigrantes, miembros de un piquete de los que están actuando en la zona para que los trabajadores no acudan a los invernaderos, y que le ocasionaron diversas contusiones, informaron fuentes de la Delegación del Gobierno en Andalucía. Cuatro de los agresores fueron detenidos, así como otros nueve por coacciones y amenazas.

Este fue el único suceso violento registrado en el tercer día de huelga, que ha supuesto ya unas pérdidas de unos siete mil millones de pesetas al sector, según la Mesa de Comercialización Hortofrutícola de Almería.

Este organismo explicó que la huelga y la marcha de algunos de los empleados magrebíes a sus países de origen por miedo a posibles agresiones están originando estas pérdidas. Los agricultores lamentaron que un 20 por ciento de la cosecha se está quedando sin recoger y los propietarios de los invernaderos, ayudados por inmigrantes no magrebíes y miembros de su familia, sólo recolectan los productos que se encuentran en un grado más avanzado de maduración para evitar que se pierdan.

Mientras tanto, piquetes de magrebíes recorrieron de nuevo los invernaderos para intentar que se sumen a la huelga inmigrantes de otras etnias y paralizar así el trabajo, aunque de momento no lo han conseguido. El portavoz de COAG-Almería, Antonio Oliver, admitió que el paro es muy amplio en el sector, debido fundamentalmente a la acción de los piquetes de inmigrantes, que «no sólo actúan sobre los trabajadores marroquíes, sino que coaccionan también a los empresarios almerienses del sector».