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Los miembros del jurado del Premio Príncipe de Asturias, presidido por el jefe del Ejecutivo asturiano, Vicente Alvarez Areces, destacaron la ejemplar labor de Cáritas «en la promoción de la solidaridad, en una dimensión a un tiempo local y universal» de una organización que ha estado presente, aportando ayuda humanitaria, económica y apoyo a las víctimas, en todas las catástrofes de las últimas décadas.

La candidatura galardonada, que fue presentada por la Conferencia Episcopal y recibió 130 apoyos de obispos, autoridades e instituciones nacionales e internacionales, llegó a las últimas votaciones junto a las de Cruz Roja y la del jesuita español Luis Suárez, conocido como 'el ángel de Macao' por su labor humanitaria con los refugiados del sureste asiático.

La labor social que desarrolla Cáritas es muy amplia y abarca a todos los grupos afectados por la desigualdad y la injusticia y, en la actualidad, tiene programas de asistencia a mayores, a colectivos sin techo, inmigrantes, drogodependientes, enfermos de sida, minusválidos, gitanos y reclusos, y otros más genéricos dedicados a la infancia, la juventud, la familia y la mujer.

Con un presupuesto anual de 17.000 millones, en 1996, Cáritas atendió a 313.000 personas y colaboró con 3.100 centros de toda España, según los datos de la Iglesia.

Por su parte, el jefe del Ejecutivo asturiano, Vicente Alvarez Areces, destacó que Cáritas «siempre está presente allí donde se producen problemas y se puede ayudar a los demás» mientras que el presidente de la Fundación Príncipe de Asturias, José Ramón Alvarez Rendueles, indicó que los sucesos ocurridos en Timor habían «pesado» en el ánimo del jurado, que concedió el premio por unanimidad.