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EFE - MELILLA Unos 400 inmigrantes, en su mayoría argelinos, que hasta la pasada madrugada estaban acogidos en la Granja Agrícola de Melilla, pasaron la noche a la intemperie tras el incendio originado la madrugada del viernes en la zona de dormitorios.

Los refugiados desalojaron los antiguos invernaderos pasada la medianoche minutos después de que un grupo de sus compatriotas, según sus testimonios, prendiese fuego a una de las naves, por lo que apenas pudieron salvar de las llamas algunos colchones y mantas sobre los que durmieron en el descampado que rodea el que fue el primer centro oficial de acogida de la ciudad autónoma.

El incendio, segundo que se produce en 24 horas, se hizo en protesta por las repatriaciones, porque no les trasladan a la península y al considerar que la Granja Agrícola no reúne las condiciones mínimas de habitabilidad una vez que se construyó el nuevo centro de acogida (CETI), que la sustituirá paulatinamente.

Los inmigrantes reclamaron un lugar en el que se sientan seguros, pues aseguraron que «hay una mafia que tiene armas blancas, bebe todas las noches y organiza peleas e incidentes de este tipo, y a los demás nos tienen amenazados».

Unos 50 inmigrantes centroafricanos fueron trasladados al nuevo Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de Melilla mientras se gestiona una alternativa para cobijar a los 350 argelinos restantes tras los daños sufridos en la Granja Agrícola.