Cornelio Sommaruga saluda a su llegada a la ciudad de Ginebra a Kofi Annan.

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EFE-GINEBRA En el cincuenta aniversario de la Convención de Ginebra, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, aseguró que esta organización está más decidida que nunca a poner fin a la impunidad y a que se respete el derecho humanitario.

Annan aseguró que «esta voluntad estará en el centro de nuestros esfuerzos para promover la paz y la seguridad» y los principios consagrados en la Convención de Ginebra «seguirán guiándonos, inspirándonos y animándonos en esta labor».

Durante el acto de celebración del 50 aniversario de la firma de este texto, Annan recordó que la Convención es el testimonio de la resolución de la humanidad para garantizar, incluso durante las guerras, un mínimo de respeto a los principios humanitarios, que «no han perdido nada de su vigencia».

Sin embargo, «en este último año de un siglo marcado por guerras, genocidio y sufrimientos no podemos pretender celebrar hoy el respeto de esta Convención», firmada por 188 países, agregó.

Sin embargo, la ONU está decidida a luchar contra esos abusos y la impunidad de aquellos que violen las normas internacionales, dijo el secretario general, quien indicó que con la creación del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia y para Ruanda, la noción de responsabilidad penal individual por crímenes de guerra «deja de ser una palabra vacía y la Convención de Ginebra cobra todo su significado».