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El consejero andaluz de Medio Ambiente, José Luis Blanco, desvinculó ayer el último episodio contaminante de la Mina de Aznalcóllar -un posible nuevo vertido o filtración al río Guadiamar- de la actividad minera, puesto que ésta no emplea ya la antigua balsa minera. «No tiene nada que ver porque las instalaciones antiguas no se van a usar», dijo Blanco cuando le preguntaron a qué se debía que no se haya informado de este episodio mientras se daban los permisos para la reapertura de la mina siniestrada.

Blanco, admitió ayer que su departamento conocía desde el 18 de marzo que se había registrado un incremento notable en la contaminación al río Guadiamar, al que vertió la mina de Aznalcóllar hace algo más de un año, si bien ayer dijo que desconocía con detalle este asunto. Sobre la procedencia de la contaminación que ha elevado los niveles de acidez en el Guadiamar, el consejero dijo desconocer las causas, si bien, aventuró que procedería de la antigua balsa siniestrada.