Los portavoces de los pasajeros, José Luis Iglesias, a la izquierda, y José Enrique González, muestran las 74 firmas de los usuarios afectados.

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EUROPA PRESS - OVIEDO Los pasajeros del vuelo de Spanair Madrid-Oviedo, que pasaron la noche del jueves al viernes en el avión en Barajas al negarse a desalojar el aparato cuando fueron informados de su cancelación tras un retraso, llegaron ayer por la mañana a Asturias «indignados» y dispuestos a pedir una investigación parlamentaria.

El portavoz de los pasajeros, José Luis Iglesias, comentó al llegar al aeropuerto de Ranón que la compañía Spanair quería «adulterar» la realidad ofreciendo la versión de que «era problema del aeropuerto de Asturias, cuando la realidad era la falta de piloto en el avión».

«Eso nos indignó el doble», apuntó Iglesias, quien agregó: «Les hemos dicho que no siguieran hablando porque no lo íbamos a permitir, ya que nos estaban engañando, y que eso no era serio». Agradeció a los medios de comunicación la «sensibilidad» ante un problema en «beneficio de todos», puesto que no están reivindicando «dinero, ni daños, ni perjuicios, simplemente que esto no vuelva a ocurrir más».

«Tenemos 74 firmas, con el correspondiente número del carnet de identidad, y vamos a intentar llevar el asunto a una interpelación parlamentaria para que se abra una investigación y que estas cosas no vuelvan a ocurrir más, porque lo que no se puede decir es que hay un atasco y un problema de aeropuerto cuando la realidad es que no había piloto», señaló. Comentó que el estado de ánimo de los pasajeros era «bueno», puesto que se habían encontrado «muy unidos, como una familia», a pesar de no haber cenado ni desayunado, pero eso «es lo de menos».